UBS rebaja el precio de Alcoa por la crisis de San Cibrao y sube la presión para su intervención
Aunque las acciones de la compañía americana rebotaron casi un 7% debido a la posibilidad de mayores restricciones al aluminio ruso, la crisis en España también sacude al gigante americano: los analistas la destacan y, en Galicia, la clase política le exige o cumplir con sus compromisos de rearranque o dejar paso a la SEPI
Alcoa lanzó un órdago en toda regla la pasada semana cuando, tras la presentación unos resultados anuales en los que perdió 372 millones de euros, indicó que su negocio en San Cibrao, único activo que posee ya en España, estaba “al límite” debido a las millonarias perdidas encadenadas. Su CEO, Bill Oplinguer, insistió en que la caja de la compañía era limitada y advirtió de que de no revertirse la situación habría que tomar “decisiones difíciles para el empleo y para Galicia”. La amenaza de los de Pittsburgh cayó como un mazazo sobre la plantilla y puso en alerta a una clase política en plena precampaña. Pero también tuvo consecuencias para la compañía.
Las pérdidas con las que finalizó el año, el anuncio en Australia del cierre de la refinería de alúmina de Kwinana, con 800 empleos directos aparejados, y la crisis que asegura atravesar en España le valieron la penalización de inversores y de analistas. Lo que ocurre en su negocio en San Cibrao no es baladí ya que, sin ir más lejos, fue destacado por UBS en su último informe sobre el conglomerado industrial, que cotiza en la bolsa de Nueva York. La casa de análisis indicó que las previsiones de Alcoa para el primer trimestre del año revelaban una mayor tendencia “al estancamiento”, en medio de las preocupación sobre los activos españoles “que enfrentan un potencial obstáculo de 150 millones de dólares”.
UBS rebajó el precio objetivo de la cotizada desde los 29 a los 27 euros y mantuvo su calificación de venta, argumentando que las perspectivas de un mayor gasto en costes de restructuración planteaba dudas sobre el crecimiento del flujo de caja para este ejercicio. A Alcoa, por tanto, se ve penalizada por la situación en San Cibrao.
Rebote en bolsa
A pesar de que, por causa principalmente de sus pérdidas en el ejercicio, la compañía ha visto como sus acciones caen este arranque de año, el mercado del aluminio es volátil y este mismo martes se anotó una subida en el precio de sus títulos de cerca de un 7%.
Este hecho estaría directamente relacionado, según los analistas, con la posibilidad de que la Unión Europea endurezca las restricciones al aluminio ruso dentro de un nuevo paquete de medidas coincidiendo con el segundo aniversario de la invasión de Ucrania, a finales de febrero.
No fue la única compañía del sector que experimentó contundentes rebotes: entre las compañías americanas Century Aluminium avanzó más de un 10% mientras que Kaiser Aluminium escaló por encima de un 2%.
A finales del año pasado, la asociación European Aluminium, que cuenta entre sus filas no solo con Alcoa, sino también con gigantes como Rio Tinto o Hydro, tachó de insuficientes las medidas impulsadas por la Unión Europea contra Rusia. El paquete activado incluía la prohibición de importar diamantes y gas licuado de petróleo del país de Vladimir Putin y también incorporaba prohibiciones a la compra de alambres, tubos y tuberías de aluminio, aunque, según la asociación empresarial, tan solo afectaban a un 12% de las que se realizan cada año. Ahora, se especula con la puesta en marcha de nuevas medidas más restrictivas, lo que habría impulsado a la dueña del complejo de A Mariña lucense.
¿Intervención pública?
Pero, más allá de la próspera jornada de este martes en bolsa, en Galicia y España la presión sobre Alcoa continúa creciendo. Este martes, el comité de empresa de San Cibrao mantuvo una reunión con la secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró, que comprometió la ayuda del Gobierno para buscar una solución. El presidente de la parte social, José Antonio Zan, fue contundente, ya que manifestó que la empresa ha dado sobradas evidencias de que su intención es cerrar el complejo industrial sin cumplir los compromisos acordados con los trabajadores hace dos años.
Entonces, las dos partes pactaron la parada de las cubas de electrólisis de la factoría de aluminio primario con el compromiso de que estas fueran reactivadas este 2024, para cuando se habrían puesto en marcha medidas que ayudarían a reducir la factura eléctrica de la compañía. Alcoa planteó esta misma semana a la plantilla un nuevo atraso en la reactivación de las cubas debido a que, asegura, no es una medida económicamente viable ahora. A este hecho se suma que no ha llevado a cabo la obra acordada de un horno de cocción de ánodos de unos 100 millones.
Zan recordó que, en lo que respecta a la planta de aluminio primario, la multinacional firmó un acuerdo que impide la aplicación de un ERE o un ERTE hasta 2026, ampliables si la inversión del horno se retrasa.
Industria espera la reunión
No es la primera vez que el comité de empresa pide la intervención del Estado en la planta vía SEPI, una posibilidad que también defiende el BNG y a la que, ahora, también se abre el PSdeG de José Ramón Gómez Besteiro que, no obstante, insiste en que lo principal es que se cumpla el acuerdo firmado entre empresa y comité y que, incluye, además, «un paquete de ayudas» propuesto por el Ejecutivo estatal.
En una línea similar, desde la Xunta, el presidente Alfonso Rueda ha solicitado a Alcoa que ponga las cartas sobre la mesa y, en primera instancia, cumpla con el acuerdo de reinicio de las cubas. También, eso sí, ha pedido al Gobierno que mueva ficha con el estatuto del consumidor electrointensivo, para garantizar una bajada en el precio de la factura eléctrica de la gran industria.
De momento, el Ministerio de Industria ha convocado para este viernes la mesa de seguimiento de Alcoa. Los de Jordi Hereu han declinado de momento, y a pregunta de Economía Digital Galicia, hacer una valoración sobre un posible movimiento del Gobierno vía SEPI en este conflicto e indican que esperaran a sentarse con la empresa.