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Alcoa activa una venta urgente de todo el complejo de San Cibrao a la espera de fondos públicos
La multinacional habría puesto en marcha una call of interest para contactar con potenciales interesados y la próxima semana cerrará un acuerdo de confidencialidad con Xunta y Gobierno, que buscan evitar otro fiasco como el de A Coruña y Avilés
Alcoa cambia de tercio. Hasta ahora, se desconocía si la multinacional del aluminio tenía la intención de abandonar España, 27 años después de que la Sepi privatizase Inespal, o pretendía alcanzar acuerdos con las administraciones públicas que derivasen en más fondos para el complejo de San Cibrao. Este jueves, en la reunión de la mesa de seguimiento de la compañía celebrada en Madrid a la que también se sentaban representantes del comité de empresa, Xunta y Ministerio de Industria, la compañía evidenció que su intención es articular una venta rápida, esta vez sí, tanto de la factoría de aluminio primario como de la refinería de alúmina.
En 2021, después de que la Justicia frustrase el intento de los de Pittsburgh de llevar a cabo un ERE en la planta de aluminio primario, Alcoa se abrió a la posibilidad de una venta. Hubo varios interesados, desde el grupo vasco Sidenor a Trafigura, la malograda Liberty Steel o el fondo americano Atlas. Sin embargo, aquella operación no salió adelante. Los americanos exigían que el Gobierno triangulase la venta a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), de forma que le traspasasen el activo (únicamente la planta de aluminio) y el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda se lo vendiese a un tercero. Exigía también un blindaje ante posibles reclamaciones futuras.
Al menos de momento, y en base a las conversaciones mantenidas este jueves en el Ministerio de Industria, el planteamiento es distinto. Según distintas fuentes consultadas por Economía Digital Galicia, en la reunión Alcoa no mencionó la SEPI. Lo hizo, eso sí, el comité de empresa, que exige que la administración pública participe y garantice que el proceso de venta hace que la planta acabe en manos de un comprador solvente. Tanto Xunta como Gobierno son conscientes de que no se puede volver a repetir el fiasco de Alu Ibérica. En 2019, Alcoa llevó a cabo un proceso de venta de sus activos en A Coruña y Avilés, hoy en día liquidados y con la Audiencia Nacional investigando a su último propietario, Grupo Industrial Riesgo, por un delito de descapitalización fraudulenta.
Acuerdo de confidencialidad
Esas mismas fuentes aseguran que Alcoa trasladó este miércoles que había puesto en marcha un proceso de call of interest con el objeto de buscar un comprador solvente para el complejo, una operación que habría empezado en solitario, sin la participación de la Xunta ni del Ejecutivo central. No obstante, tanto la administración autonómica como la estatal pactaron con la empresa firmar la próxima semana un acuerdo de confidencialidad de cara a una comunicación entre compañías y ambos ejecutivos para asegurar y fiscalizar tanto las ofertas como la seriedad de las posibles compradoras.
Aunque este jueves los de Pittsburgh no hicieron ninguna manifestación pública a respecto de sus intenciones, del relato del resto de actores implicados en el proceso se desprende que los de Bill Oplinguer quieren activar una venta rápida. Hay que recordar que llevan desde principios de año asegurando que no están dispuesto a seguir financiando las pérdidas de las plantas de A Mariña lucense. Aseguran que en la segunda mitad de año se acabará la caja de la empresa y se podría llegar a una posible situación de “insolvencia”. Este jueves, los americanos aseguraron que en mayo comenzarán a analizar ofertas no oficiales para en junio activar la negociación ya con ofertas vinculantes.
La clave de los fondos
Pero, tras meses asegurando que el complejo de San Cibrao no es viable económicamente con los precios energéticos actuales, ¿cómo pretende Alcoa vender San Cibrao? En este punto, el comité de empresa asegura que tanto la factoría de aluminio primario como la de alúmina son solventes, siempre y cuando un comprador responsable apueste por ellas. Al fin y al cabo se trata de una industria estratégica.
Con el objetivo, precisamente, de asegurar el futuro del complejo, la parte social exige a Alcoa el cumplimiento de los acuerdos de inversión pactados, el más urgente el horno de ánodos, que tenía que haber comenzado a instalarse ya a finales del año pasado, «imprescindible para garantizar la viabilidad y competitividad de la planta».
En este punto, hay que recordar que el complejo de San Cibrao es susceptible de recibir en un plazo breve de tiempo fondos públicos que harían la factoría más deseable a los potenciales compradores del sector. Durante la reunión en el ministerio, Alcoa habría recordado que tanto con la planta de aluminio como con la de alúmina se ha presentado a la convocatoria de ayudas del Perte de la descarbonización.
Este miércoles había quien sostenía que Alcoa quizás ya tenía un comprador en mente. La realidad es que el Gobierno parece proclive a la opción de venta. La secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró, explicó que «tras analizar diferentes instrumentos, se ha descartado la vía de las subvenciones porque la normativa europea no permite ayudas a empresa que están en un momento de grave crisis». «Por ello, ahora se da paso a un nuevo escenario, en el que la empresa ha puesto de manifiesto su intención de vender la compañía. Un proceso en el que el Ministerio de Industria se ha comprometido a participar activamente«, sostiene.