Aernnova inyecta 6 millones para salvar de la quiebra a Coasa, referente de la aeronáutica gallega

El grupo vasco ha evitado que Coasa, su filial ourensana, entrase en patrimonio negativo tras perder otros 2,6 millones de euros en 2023

Imagen de archivo de las instalaciones de Coasa en San Cibrao das Viñas

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Aernnova se vuelca con su filial en Galicia. El grupo aeroespacial vasco ha inyectado un total de seis millones de euros en el capital de la ourensana Coasa (Componentes Aeronáuticos SA) para evitar que el patrimonio negativo de esta entrase en negativo como consecuencia de los números rojos que ha venido acumulando desde el estallido de la pandemia.

«Con fecha 30 de noviembre de 2023, el socio único de la sociedad realizó una aportación de socios por valor de seis millones de euros para compensar pérdidas de ejercicios anteriores», destaca Coasa en las cuentas anuales del ejercicio 2023 a las que ha tenido acceso Economía Digital Galicia a través de la plataforma Insight View. La operación se canalizó a través de una «aportación dineraria mediante reducción de la deuda a corto plazo que mantiene con el socio único«, añade la firma.

Coasa mantiene su patrimonio en positivo

Esta inyección económica ha permitido que Coasa haya podido mantener su patrimonio neto en terreno positivo. Este se situaba en los 1,49 millones de euros al cierre del año 2022 y, de no haberse producido este movimiento hubiese cambiado de signo. Y es que la firma con sede en San Cibrao das Viñas despidió el año pasado con unos números rojos por valor de 2,63 millones de euros.

Estas cifras representan una mejora del 17% respecto a los 3,17 millones que la filial de Aernnova se había dejado en 2022, pero, sin embargo, de no haberse materializado esa inyección de seis millones de euros habrían sido suficientes para llevar a territorio negativo su patrimonio neto (-1,14 millones de euros).

De esta forma, Coasa fortalece su posición financiera y lleva su patrimonio neto hasta la frontera de los cinco millones de euros (4,86 millones). La firma esquiva así una situación en la que, de acuerdo a la Ley de Sociedades de Capital, entraría en causa de disolución al no poder hacer frente a sus pasivos con sus activos en cartera.

La facturación se dispara un 14%

Así, Coasa apuntala su balance y da un empujón a una cuenta de resultados que todavía arrastra las consecuencias del golpe de la pandemia. “Después de un periodo de crisis en 2020 que afectó profundamente al sector aeronáutico, derivado por el Covid-19 y el cual dejó paralizado el tráfico aéreo, nos adentramos en un nuevo periodo de recuperación paulatina de la actividad para la sociedad, siendo 2023 un año de crecimiento. La facturación se ha visto incrementada en más de un 14% respecto a 2022, pero todavía casi un 8% por debajo de las cifras prepandemia”, apunta la firma.

Coasa llevó sus ingresos desde los 29,49 millones de euros registrados en 2022 hasta los 34,14 millones en 2023. “La presencia del grupo Aernnova en los principales programas de aviación comercial garantiza el crecimiento del negocio acompañando a nuestros principales clientes”, destaca la empresa gallega, que cuenta con clientes de renombre como la francesa Airbus o la brasileña Embraer.

En concreto, Coasa fabrica el HTP, el estabilizador, el timón de dirección y el ar inlet monolítico del modelo A-350. Para el A-330 produce, por ejemplo, la trampa del tren de aterrizaje principal, pieza que también fabrica para el A-320. En el caso de Embraer, Coasa estampa su sello en los modelos E-1, E-2, KC390 y Praetor 500 y 600.

Coasa, el principal representante gallego en el sector aeronáutico, elevó su plantilla desde los 349 trabajadores hasta los 355 en 2023, tal y como refleja en sus cuentas anuales. En ellas también da cuenta de la acumulación de bases imponibles negativas por valor de 13,5 millones de euros tras sufrir pérdidas de casi 18 millones de euros en los últimos cuatro años.

Este colchón fiscal permitirá un impulso adicional a los beneficios de la compañía una vez que logre equilibrar una cuenta de resultados que lleva sin estar en terreno positivo desde el año 2019, el anterior a la pandemia, en el que se anotó un beneficio neto por valor de 2,4 millones de euros.

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