Abanca pone números a la integración de Targobank

Abanca se hace fuerte con Targobank. La entidad que preside Juan Carlos Escotet ha cerrado los nueve primeros meses de este 2023 con un beneficio neto atribuido superior a los 428 millones, lo que le ha permitido triplicar sus registros del año anterior.

Abanca ha dado este salto en un periodo en el que ha captado más de 96.000 nuevos clientes en España y Portugal, ganando cuota de mercado en los principales territorios y negocios. En zonas como Andalucía, Abanca ha recibido un empujón de la mano de la integración de Targobank. No en vano, según desvela el banco gallego en su presentación de resultados del tercer trimestre, su número de oficinas en la comunidad se ha elevado hasta las 21 tras incorporar las 12 de Targobank.

Targobank, que aterrizó en España fruto de la alianza de Banco Popular y Crédit Mutuel aporta una red de 51 puntos de venta repartidos, en buena medida, entre la ya mencionada Andalucía, la Comunidad de Madrid (nueve), Cataluña (siete), la Comunidad Valenciana (cinco) o Baleares (cuatro).

Se trata de territorios en los que Abanca se hace fuerte y, además, tal y como asegura la firma en su presentación de resultados, la integración de Targobank «aporta sinergias de ingresos en líneas como medios de pago, fuera de balance, venta libre de seguros etc.». La operación también «incrementará la recurrencia y la calidad de los resultados» y «fortalecerá líneas de negocio retail como crédito y seguros».

Abanca engorda su balance

Además, la adquisición de Targobank permite que Abanca supere la barrera de los 110.000 millones de volumen de negocio. En concreto, este ha pasado de 106.522 a 112.754 con la incorporación de esta entidad. Se trata de un crecimiento del 5,8% casi idéntico al del 6% que ha experimentado su activo total (se eleva ahora hasta los 75.382 millones de euros) o al 5% en los depósitos de la clientela, que se elevan hasta los 53.285 millones de euros.

Además, con este movimiento, Abanca incrementa de 728 a 779 su número de puntos de venta, con especial énfasis en la franja mediterránea y Andalucía, unos territorios en los que Abanca no contaba hasta ahora con los niveles de implantación de sus principales territorios (Galicia, Castilla y León, Extremadura, Madrid y Portugal).