El stock de nueva vivienda en Galicia, en mínimos: la construcción cae un 72% en los últimos quince años

La Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) considera que la comunidad “demanda más vivienda de obra nueva” y pide medidas como liberalizar más suelo para abaratar el precio o “desburocratizar el galimatías normativo”

Viviendas

Imagen de archivo de los trabajos de construcción de un bloque de viviendas

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El número de viviendas nuevas en Galicia está en mínimos históricos según un estudio de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). En concreto, desde la patronal señalan que en la comunidad se está construyendo un 72% menos que en la década del 2.000 al 2.010. 

Según los datos del estudio, durante el segundo cuatrimestre del 2024 se contabilizaban un total de 16.194 viviendas nuevas en el conjunto de los 313 concellos, “un mínimo histórico en Galicia, tanto en el conjunto de la comunidad como en de las cuatro provincias”. 

A Coruña es el territorio que mayor número registra, con 7.465 viviendas, seguida de Pontevedra (6.104), Ourense (2.210) y Lugo (1.415). 

Cuadro con datos de Fegein sobre la vivienda nueva en Galicia

Desde la patronal inmobiliaria consideran que el mercado en Galicia “demanda más vivienda de obra nueva” a pesar de los incrementos de precios derivados del coste de materiales, combustibles y energía y de “la brutal carga impositiva que soporta el sector de la vivienda”.

Causas de la caída en la caída de construcción de vivienda

Entre los motivos que han provocado este descenso en la construcción de nuevas viviendas, “un problema que se ha ido agravando en los últimos quince años”, Fegein destaca distintos factores. Por un lado está la crisis financiera de 2008 que derivó en el cierre o quiebra de un alto porcentaje de empresas constructoras y promotoras. 

A ello habría que sumar “la dificultad de acceso al crédito o el endurecimiento de la financiación”, limitando la concesión de préstamos para la construcción de nuevas viviendas; el incremento de los costes fiscales, laborales y de los materiales de construcción, o la falta de personal cualificado. Según explican, todo esto habría provocado que muchas personas opten por la compra de viviendas usadas o por el alquiler. 

La patronal también señala la normativa urbanística como una de las causas de este descenso. “Las restricciones impuestas para la construcción en zonas protegidas o la necesidad de cumplir con las normas de eficiencia energética han encarecido los costes de la construcción y, por tanto, han disminuido la rentabilidad de la obra nueva”, explican. 

También incluyen el “colapso” del tiempo de espera para obtener una licencia municipal “que en Galicia de media supera los 12 meses”. 

El presidente de la patronal, Benito Iglesias, destaca la “necesidad de liberalizar más suelo para abaratar el precio de la vivienda, y aprobar una nueva Ley del Suelo que ayude a dar seguridad jurídica y desburocratizar el galimatías normativo que afecta de una manera brutal a la accesibilidad a la vivienda”. 

“Con los datos de Fegein, tenemos en el circuito de comercialización en venta, tanto viviendas como usadas, un total de 32.000. Actualmente hay en nuestra comunidad algo más de 178 promociones de obra nueva tanto de edificios como de viviendas unifamiliares con un total estimado de 3.400 viviendas nuevas en curso y en diferente proceso de finalización. Por contra, en el circuito de comercialización en arrendamiento, estamos en mínimos históricos con solo unas 2.600 viviendas en el conjunto de los 313 ayuntamientos de Galicia”, señala Iglesias. 

Posibles soluciones

El presidente de Fegein sostiene que “la única manera de revertir el problema en la actual situación del alquiler no es actuando en los precios sino en la oferta porque la sistemática destrucción de la oferta disponible únicamente va seguir tensionando los precios al alza”.

Iglesias considera que la intervención urbanística en Galicia “configura una oferta de suelo rígida que a su vez contribuye a generar una oferta de vivienda rígida en comparación con la de otros países”. “Esta rigidez favorece un mayor crecimiento de los precios, exacerba el ciclo inmobiliario de la economía gallega  y contribuye a aumentar la inestabilidad macroeconómica en el conjunto del país al ser también un problema de Estado”, señala. 

Por este motivo el presidente de la patrona aboga se debe ampliar como mínimo en las siete principales ciudades de Galicia el suelo urbanizable en un 25% para «aliviar la tensión», aumentar la oferta y contribuir a abaratar el precio de la vivienda». También señala la necesidad de suavizar las restricciones a la edificación en las áreas rurales de los 313 concellos con el fin de combatir la despoblación, y flexibilizar el régimen de usos de las ordenanzas urbanísticas. 

No son las únicas soluciones que plantea Iglesias. También habla de desburocratizar la legislación urbanística, contar con una seguridad jurídica “real y sólida”, bajar los impuestos en la vivienda de protección oficial, impulsar las promociones públicas, modificar la ley del suelo, la de vivienda y la de propiedad horizontal o actuar sobre el Plan Estatal de Vivienda, el de Rehabilitación o el Emancipación Juvenil. 

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