El Norte de Portugal mejora su competitividad frente a Galicia y tiene menos población en riesgo de pobreza

El último informe del Comité Europeo de las Regiones sobre el estado de los municipios recoge la actualización del Índice de Competitividad Regional en el que se muestra cómo Galicia pierde terreno frente al Norte de Portugal, y sitúa entre el 23 y el 28% la población en la comunidad gallega en riesgo de exclusión social, por encima del territorio luso

Mapa con el índice de competitividad regional en Europa

Fuente: Comité Europeo de las Regiones

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Galicia retrocede, de nuevo, en el Índice de Competitividad Regional (IRC) elaborado por la Comisión Europea. Si en 2022 ocupaba el puesto 149, tras perder seis posiciones desde 2019, los últimos datos actualizados del indicador relegan a la comunidad al número 154 del ranking. Este descenso contrasta con el comportamiento del Norte de Portugal que mantiene el puesto 135 registrado en 2022 al que accedió tras abandonar el 164 en el que se situaba seis años antes. 

El ICR se puso en marcha en 2010 y analiza la capacidad de una región para ofrecer un entorno atractivo para que los ciudadanos y empresas vivan y trabajen. El último Informe sobre el Estado de las Regiones y los Municipios elaborado por el Comité Europeo de las Regiones (CDR) recoge los datos del indicador, actualizados en mayo de 2023, que se compone de tres subíndices (básico, eficiencia e innovación) y once pilares sobre distintos aspectos de la competitividad entre los que se incluyen salud, infraestructuras, educación básica, mercado laboral o capacitación técnica. 

Desafíos de la competitividad regional

El informe destaca que “la competitividad de la UE continuará dependiendo del buen funcionamiento del mercado único” y que una “mayor reducción de los obstáculos internos permitirá aumentarla y conducirla a un mayor desarrollo económico”. 

“Si la UE quiere mantener su industria transformadora en su propio territorio, necesitará una verdadera estrategia industrial de la UE que tenga en cuenta las regiones y los municipios como socios”, destaca el Comité en un documento en el que también apunta que la estrategia industrial de la UE debe incorporar el “Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM) para apoyar la transición de las industrias de uso intensivo de energía a la neutralidad climática”. 

El CBAM fija un “precio justo” al carbono emitido durante la producción de determinados bienes con el objetivo de fomentar una producción industrial más limpia en países no pertenecientes a la UE. Con él se trata de evitar la llamada “fuga de carbono” que se produce cuando empresas con sede en algún país europeo trasladan la producción contaminante a estados con políticas medioambientales más laxas o cuando los productos de la UE son sustituidos por importaciones más intensivas en carbono.

El sector de las energías renovables es uno de los elementos centrales del mercado único de la UE, explican desde el Comité, y desempeña un “papel clave en la promoción del desarrollo sostenible, el fortalecimiento de la seguridad energética y la promoción de la innovación”. “Un mercado energético transfronterizo integrado es la forma más rápida y rentable de desplegar energía limpia en Europa”. 

Personas en riesgo de exclusión social

La competitividad regional no es el único apartado en el que Galicia sale perdiendo respecto al Norte de Portugal en el informe del Comité Europeo de las Regiones. Otro de ellos es el referente al número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social. Según los datos del CDR, entre el 23,3 y el 28,6% de la población gallega estaría en esta situación frente a la intervalo del 19 al 23,3% del Norte de Portugal. 

Mapa con las personas en riesgo de pobreza o exclusión social
Fuente: Comité Europeo de las Regiones

“Con casi 100 millones de personas en riesgo de pobreza y exclusión social en 2023,  la UE no puede ignorar la creciente necesidad de una protección social eficiente y servicios públicos de calidad. El desempleo de larga duración, el acceso a la vivienda, el cambio demográfico y la escasez de habilidades son algunos de los desafíos que afectan a las regiones y ciudades y que la UE debe abordar”.

Una de las claves para garantizar la protección social es el “acceso a viviendas asequibles”. Según Eurostat, decenas de millones de europeos están actualmente sobrecargados con los costes de la vivienda. A finales de 2023, los alquileres medios en la UE eran casi un 25% más altos que a principios de 2010, y entre 2010 y mediados de 2023, el coste medio de la vivienda aumentó casi un 50%. Además, el 47% de los jóvenes europeos de entre 18 y 34 años siguen viviendo en casa de sus padres.

Es por ello que el CDR considera “de suma importancia” no sólo apoyar a los grupos vulnerables, como las familias de bajos ingresos, las personas mayores y los desempleados de larga duración, sino también a los hogares con ingresos medios

“Las regiones y municipios serán actores clave, junto con el Banco Europeo de Inversiones, en la creación de una plataforma paneuropea para la inversión en viviendas sostenibles y asequibles, con el objetivo de atraer más inversiones públicas y privadas”.

Riesgos socioeconómicos a la transición ecológica

Según recoge el informe, la doble transición ecológica y digital tendrá un “profundo impacto” en todos los sectores y actividades económicas y en la forma en cómo los europeos viven, trabajan y hacen negocios. “Estas transiciones ofrecerán nuevas oportunidades, pero también requerirán cambios estructurales significativos que pueden crear nuevas desigualdades. No todos los territorios están en el mismo punto de partida puesto que tienen diferentes fortalezas, potenciales y capacidades administrativas para dar forma a esta transformación”. 

En este sentido, el Comité califica como “particularmente graves” los problemas para las economías locales que dependen fuertemente de un solo sector económico o industria directamente afectada por la transición ecológica”. En estos casos, los municipios “deben poder gestionar la reestructuración necesaria para apoyar el desarrollo sostenible y mitigar posibles periodos de recesión económica. 

En este punto la valoración que hace del informe de los riesgos socioeconómicos asociados a las transición ecológica es la misma para Galicia y el Norte de Portugal, asociando a ambos territorios en un índice entre el 20 y el 40, en el que se sitúan la mayor parte de los países de la UE.

Mapa sobre los riesgos socioeconómicos asociados a la transición ecológica
Fuente: Comité Europeo de las Regiones

“La implementación exitosa de una transición justa también requiere la participación activa y la adhesión de las partes locales interesadas, incluyendo las empresas, la sociedad civil y los ciudadanos. Regiones y municipios están en  la mejor posición para facilitar esta participación, asegurando que las estrategias de transición respondan a las necesidades locales y que la toma de decisiones sea inclusiva y transparente”.

Potencial inexplorado de las renovables

El Comité analiza en el informe el potencial inexplorado de las energías renovables destacando el potencial de muchas regiones rurales y menos desarrolladas. “Cerca del 80% de las zonas rurales cuentan con energías renovables sin explotar. El desarrollo de este potencial serviría a estas regiones y sería beneficioso para la seguridad energética y la cohesión económica en todo el mundo”. 

Mapas con el potencial sin explorar de la energía solar, eólica e
Fuente: Comité Europeo de las Regiones

En este apartado, cifra los megavatios/hora por kilómetro cuadrado anuales sin potenciar en Galicia entre los 1.000 y los 5.000, misma cantidad que en la Región Norte de Portugal a excepción de las áreas de Terras de Trás-os-Montes y el Alto Tâmega donde este se sitúa entre los 5.000 y los 10.000.

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