De la ropa usada a la fibra nueva… Así funciona una planta de reciclado textil como la que se construirá en Sogama

Humana, entidad especializada en reventa de moda de terceros, gestiona al año unas 30.000 toneladas de residuos textiles en una planta en el en el municipio madrileño de Leganés

Planta de Humana en Leganés

Planta de Humana en Leganés

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El pasado 30 de septiembre Alfonso Rueda anunció tras la reunión semanal del consello que la Xunta construirá la primera planta pública de Galicia para la gestión y recuperación de residuos textiles domésticos en Cerceda, dentro del complejo del Sogama, en la que se invertirán unos 14 millones de euros. Los cálculos del Ejecutivo gallego es que en ella lleguen a tratarse unas 3.000 toneladas anuales de estos tipos de residuos, si bien esta cantidad podrá ampliarse hasta las 24.000 anuales. 

Poco se sabe por el momento del proyecto, que aún se encuentra en una fase inicial, más allá de que el objetivo es preparar las instalaciones de Sogama para el tratamiento de los residuos textiles domésticos, en cumplimento de los establecido en la Ley de Residuos y Suelos Contaminados, que establece que a partir del próximo mes de enero los los ayuntamientos tendrás que recoger de forma separada los desechos textiles. 

En España ya hay alguna planta de estas características operativa desde hace años. Una de ellas es la que tiene Humana en Leganés. La entidad promueve la protección del medio ambiente a través de la reutilización textil y desarrolla programas de cooperación internacional en África, América Latina y Asia y de apoyo local, sensibilización y agricultura urbana.

La directora de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER), Alicia García-Franco, ha explicado a Economía Digital Galicia el funcionamiento de las del municipio madrileño que ocupan una superficie de 10.000 metros cuadrados, con una capacidad máxima de almacenaje de 240 toneladas de textil y una gestión prevista de unas 30.000 toneladas anuales. 

 “Una vez que las prendas llegan a la planta se someten a un proceso de selección en las que se determina si son aptas o no para su reutilización. Contamos con una Norma UNE que determina qué es lo que hay que mirar cuando se analiza la ropa para saber sise puede reutilizar”, explica García-Franco. 

Las prendas que son aptas pasan de nuevo al ciclo comercial. En concreto, las de esta planta cuentan con dos canales: uno son las propias tiendas de venta de segunda mano de Humana y el otro el de Cáritas-Moda RE que destina las prendas a personas en situación de exclusión social. “Esta cooperativa también cuenta con una red de tiendas y lo que hace es dar bonos para que puedan acudir allí a por la ropa”. 

Dentro de esta fase, “las prendas que no cumplen con los estándares tan exigentes que tenemos en Europa van a preparación para reutilización en otros países principalmente de África y Asia”. 

Infografia Federación Española de la Recuperación y Reciclaje
Fuente: Federación Española de la Recuperación y Reciclaje

Todas aquellas prendas, incluidos calzado y accesorios, que no son aptos para su preparación y reutilización se destinan a reciclaje. “ Los algodones puros tienen un reciclaje muy fácil de fibra a fibra. Para los que no son tan claros, los que llevan mezclas de poliéster, por ejemplo, hay dos formas de reciclado. Por un lado, se pueden recuperar y reciclar todas las fibras para hacer lo que se llama trapo industrial, algo que hace Texlimca, un socio nuestro que está en Valencia. Luego está el proceso de reciclado fibra a fibra que, en nuestro caso, lo hace la empresa Coleo”, empresa de reciclado textil que cuenta con dos plantas en Galicia, una en el polígono de A Laracha y otra en el de Pocomaco.

“Lo que hace Coleo es recuperar la fibra para que pueda ser utilizada para crear un nuevo textil. Todo aquello que no se puede hacer de fibra a fibra, porque tiene mezcla con elastanos o con poliéster, por ejemplo, se convierte en una cosa que se llama ‘borra’ que sirve tanto para rellenos de los asientos de los coches, como para paneles aislantes en la construcción. Coleo también llega a la hilatura, es decir, a crear nuevas prendas en 3D”. 

Según los datos de la FER al año se producen a nivel mundial unos 150.000 millones de prendas de vestir. El 87% de las fibras textiles utilizadas se depositan en el vertedero o se incineran antes de que acabe su vida útil. Si nos vamos al caso español, al año se generan más de 89.000 toneladas de residuos textiles al año de los que solo se reciclan o reutilizan un 11%. 

La directora de la federación considera que con la recogida separada que entra en vigor a partir del próximo año “nos vamos a encontrar con otro tipo de textiles que hasta ahora no se recogían como la ropa de cama, las alfombras, cojines, trapos de cocina, mopa de cocina, en definitiva, todo lo que es ropa de hogar, que hasta ahora terminaba en los vertederos porque no existía  un canal fácil de recogida”. 

La planta gallega

Según explicaron desde el Ejecutivo gallego la principal función de planta de Cerceda, que es una de las iniciativas más destacadas del Plan Estratégico 2024-2030 de Sogama, “será la de preparar el reciclaje tanto de residuos textiles de empresas de economía social que operan en Galicia (como Cáritas-Moda RE o Humana), como los que tienen sus origen en los contenedores instalados en la calle”. 

“Teniendo en cuenta que actualmente sólo el 10,2% de los residuos textiles se recogen por separado y que el 7% de los residuos que llegan a Sogama en la bolsa negra (la que se deposita en el contenedor genérico ) es de este tipo, la implantación de esta infraestructura pionera en Galicia contribuirá también a incrementar los actuales índices de separación y reciclaje”.

El proyecto se financiará en su mayor parte gracias a la ayuda europea obtenida a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) por importe de 10,27 millones de euros, que se completará con fondos propios. 

Una vez garantizada la financiación para su construcción, el objetivo de la Xunta, según ha indicado el presidente, es que la nueva planta diseñada en Cerceda «pueda estar terminada y lista para operar a mediados de 2026», para lo que prevé licitar las obras antes de finales de este año

Europa presiona con las gestión de los residuos textiles

En los últimos años el Parlamento Europeo ha elevado sus exigencias en lo que refiere a la gestión de residuos textiles. Ley de Residuos y Suelos Contaminados, que desarrolla una directiva de Bruselas, contempla otras medidas a parte de la recogida selectiva como la creación de los regímenes de responsabilidad ampliada del productor (RAP) que obligan a los principales operadores del sector a asumir la responsabilidad financiera y organizativa de la gestión de la fase de residuo dentro del ciclo de vida de las prendas.

La norma establece que en el plazo de tres años desde la entrada en vigor de la norma (abril de 2022) el Ministerio para la Transición Ecológica deberá desarrollar los regímenes de responsabilidad ampliada del productor para los textiles. Por el momento, se está trabajando en dicho desarrollo reglamentario, si bien aún no hay una fecha concreta.  

Los grandes operadores del sector como Inditex, Decathlon, H&M, Ikea, Kiabi, Mango y Tendam se adelantaron a la llegada de esta regulación y crearon a principios de 2023 la Asociación para la Gestión del Residuo Textil con el objetivo de crear una Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) para gestionar dichos desechos que, previsiblemente, lanzará un programa piloto a principios del año que viene.

A ello hay que sumar que el pasado junio el Parlamento Europeo y el Consejo dieron luz verde al nuevo reglamento de diseño ecológico para productos sostenibles con el que, entre otros aspectos, se pretende prohibir la destrucción de ropa y calzado que no se venda, algo que obligará a los fabricantes a darles un nuevo uso.  

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