Las supersticiones de Antoine Griezmann que le han llevado a ser el máximo goleador del Atlético de Madrid
El Campeón del Mundo en 2018 hizo ayer historia al igual a Luis Aragonés
Antoine Griezmann ya es toda una leyenda del Atlético de Madrid. Aunque los colchoneros perdieron la racha de victorias en el Cívitas Metropolitano, el galo anotó dos goles, igualando los 173 de Luis Aragonés, máximo goleador colchonero hasta la fecha. Si ante el Sevilla anota, lo superará.
Para llegar a esta cifra, ha necesitado estar durante dos etapas, después de marcharse al Barça en 2019. Al volver, tenía claro que su reto era subir al olimpo del Metropolitano y ante el Getafe lo consiguió. Ahora bien, aunque ser uno de los mejores es importante, el número siete tiene diversas supersticiones.
En una entrevista hace ya unos años, Griezmann confesó que siempre utiliza unos boxers de Bob Esponja para los partidos. No solo le hacen sentir más cómodo, sino que le dan suerte. A día de hoy, parece que le ha funcionado a las mil maravillas, ya que puede presumir de un palmarés capitaneado con el Mundial de 2018.
Otras sorprendentes manías de Griezmann que le han llevado a ser de los mejores
Además de lucir unos calzoncillos de los dibujos animados, al salir al terreno de juego tiene su propio ritual. En los partidos de Champions League, la organización coloca un arco para que los jugadores pasen por debajo de él. Pues bien, El Principio siempre pasa por fuera.
Confesó que es algo que hace desde siempre, ya que una vez lo hizo y jugó un gran partido y desde entonces sigue la misma rutina. También es habitual ver a Griezmann jugar con manga larga, ya sea con 40 grados o 3 bajo cero. Esto lo hace por David Beckham, su ídolo de infancia.
Aunque el galo tiene numerosas virtudes, no es perfecto y hay diversas actividades que se le dan francamente mal. Los bolos es una de ellas. Lo confesaron desde su círculo cercano, admitiendo que es una de sus mayores debilidades deportivas.
El ídolo del Atlético de Madrid ha agrandado su leyenda y en el templo colchonero son consciente de que puede que no vuelvan a ver a un futbolista de las características de Griezmann. Volvió cuando nadie le quería y logró ganarse el perdón de una afición que vuelve a corear su nombre.