El mágico ritual de Luka Modric antes de salir al césped que le ayudará en la final de la Supercopa
El centrocampista croata ha conseguido ganar 23 títulos desde que llegó al Real Madrid
Luka Modric se ha convertido en una de las piezas claves de los planes de Carlo Ancelotti en el Real Madrid. A pesar de sus 37 años, el croata ha demostrado que su rendimiento todavía sigue siendo apto para seguir jugando al máximo nivel. Con la camiseta blanca ha conseguido ganar hasta 23 títulos, teniendo esta noche la oportunidad de sumar uno más. Este éxito puede haber sido clave el ritual que hace cada vez que salta al césped.
Los jugadores de futbol suelen ser muy supersticiosos y la gran mayoría tienen ciertas manías que deben cumplir antes de cada partido. En el caso del centrocampista tiene su propio ritual que debe seguir en orden antes de jugar para poder concentrarse correctamente.
Antes de cada partido a Modric le gusta desconectar lo máximo posible, por ello cuando están de camino al encuentro en el autobús se ha podido ver al croata con los cascos escuchando música o muy pendiente de su tablet, algo que sería clave para tranquilizarse y después concentrarse únicamente en ganar el partido, sin embargo, es en el vestuario cuando empiezan sus verdaderas manías.
En primer lugar, tras hablar con el cuerpo técnico y sus compañeros, se calza las zapatillas y después se pone las espinilleras, en ese orden. Después de esto da un beso a las imágenes que siempre lleva encima de su mujer y de sus hijos. Antes de que vaya a comenzar el partido, Modric salta siempre al calentamiento con la bota izquierda primero. Este gesto es muy repetido por varios jugadores, como es el caso de Cristiano Ronaldo, que en su caso decide saltar siempre al césped con el pie derecho primero.
El último gesto de Modric antes de saltar al césped
Además de sus manías con el pie que entra al campo o sus métodos para concentrarse, lo último que hace el croata antes de empezar a jugar y abandonar el vestuario es dejar su anillo y su cadena. Según la normativa de La Liga no puede jugar con este tipo de accesorios y Modric lo cumple, pero siempre es lo último que se quita, aguantando con ello puesto hasta el último momento como si de un amuleto se tratase.