El gesto de Camavinga que emocionó a su familia: en esto gastó el primer sueldo que recibió en el Real Madrid
El futbolista francés saca su lado más humano en una entrevista en la que hemos podido conocerle mejor
Eduardo Camavinga es uno de los jugadores más importantes del Real Madrid. A pesar de que ha tenido que trabajar duro para ganarse un puesto en el equipo, ahora mismo, es uno de los pilares fundamentales del once de Carlo Ancelotti. Empezó a coger más protagonismo en el momento en el que descubrió que podía ocupar la posición de lateral izquierdo.
A raíz de la lesión de Lucas Hernández con Francia en el Mundial de Qatar, Didier Deschamps tomó la decisión de ponerle allí, y fue tan bueno el rendimiento que Carletto optó por hacer lo mismo. Desde entonces, está siendo utilizado en ambas posiciones. La mala noticia es que ha caído lesionado de la rodilla y no volverá hasta 2024.
Hace unas semanas firmó su renovación con el Real Madrid, pasando de cobrar entre 3 y 4 millones por temporada, ahora cobra 7 «kilos». Su cláusula es de 1000 millones y ha ampliado su continuidad hasta 2028. Todo esto se debe al protagonismo que ha ido adquiriendo en los últimos meses. Lo que muchos no conocen es el lado más personal del galo.
Camavinga contrató un cocinero con su primer sueldo para ayudar a su madre
Cuando Camavinga cobró su primer sueldo en el Real Madrid, quiso tener un gesto como su familia. Él proviene de un entorno humilde, con unos padres que siempre lucharon para conseguir que sus hijos cumplieran sus sueños. Además, es el mayor de tres hermanos. Con la misión de ayudar a Sofía, su madre, contrató un cocinero interino para todos.
Hasta entonces, quien se preocupaba de la elaboración de las dietas era su madre y consideró que la mejor manera de ayudarla era quitándole ese peso de tener que alimentar a toda su familia. Ahora, tienen a un experto que ayuda a que el futbolista se alimente de la mejor manera posible para fortalecer sus capacidades físicas.
Además, también es el encargado de preparar los platos para el resto de los miembros, que, de momento, viven juntos en una de las mejores zonas de la capital. Sin duda, Camavinga es el héroe de una humilde familia que luchó por ver a su hijo cumplir los sueños que tenía por delante.
En los últimos meses, ha cumplido también el deseo de su hermano. Ha abierto una peluquería en el centro de Madrid para que tenga su propio negocio después de trabajar en otra barbería durante los últimos años.