¿Adiós al Real Madrid? Ha firmado un acuerdo hasta 2026 y Florentino Pérez ya se ha olvidado de él
El presidente blanco ya sabe cuál será la hoja de ruta para fichar a uno de los mejores de Brasil
Florentino Pérez tenía una operación entre manos para la próxima temporada. Muchos pueden pensar que Kylian Mbappé es el principal objetivo, pero en el Real Madrid están estudiando constantemente el mercado para aprovechar las mejores oportunidades y reforzar la plantilla con piezas de máximo nivel.
Uno de los mercados que más explota la entidad es el sudamericano, donde Juni Calafat, ojeador del club, lanza informes al presidente para que estudie si fichar. Con Vinicius, Fede Valverde, Rodrygo Goes y Endrick han seguido estos pasos y les ha funcionado tan bien que siguen confiando en el fútbol sudamericano.
Por ello, según han informado desde Defensa Central, Florentino Pérez estaba dispuesto a firmar el próximo verano a Luiz Guilherme, futbolista que comparte vestuario con Endrick en el Palmeiras. No obstante, Fabrizio Romano explicó las últimas novedades que afectan directamente al conjunto merengue.
El deseo de Florentino va a renovar hasta 2026 con una cláusula de 55 millones
Siguiendo las informaciones aportadas por el periodista italiano, el Palmeiras ya ha comenzado a moverse para evitar que uno de sus mayores talentos siga los pasos de Endrick. Ha ofrecido al jugador una renovación hasta 2026, aumentado su salario y su cláusula de rescisión, subiéndola a los 55 millones.
Aquí es donde Florentino Pérez ha recibido un gran varapalo. Su idea era llevárselo con la ficha actual, pero viendo que está cerca de firmar la renovación, prefiere esperar y ahorrarse los 55 millones que cuesta ahora. Todavía es joven y en 2026 tendrá 20 años, una edad perfecta para dar el salto a la élite.
Aunque Juni Calafat pidió encarecidamente a Florentino que lo fichara, no van a hacerlo, al menos con estas nuevas condiciones. Desde la Premier League también lo seguían de cerca, pero este contrato del Palmeiras puede cambiarlo todo. La misión de los cariocas era evitar que se marchara de manera inmediata.
La única opción que se plantea el presidente es que acepten negociar y bajar su ficha. Los equipos brasileños son un hueso duro de roer a la hora de vender jugadores a Europa. Son conscientes de que estos movimientos les salvan y por eso nunca venden por debajo de los 40 “kilos”.