Sabadell echa mano de las ayudas públicas que logró con la CAM
Está por ver cuántos de los 24.000 millones cubiertos por la protección de activos se necesitan hasta 2021
Dos años le han durado al Banc Sabadell los 5.259 millones de euros que las entidades financieras, a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), pusieron en sus manos para cubrir las pérdidas de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). Es la cantidad de la que se ha tirado para equilibrar las cuentas en los ejercicios 2012 y 2013.
A partir de ahora, como ya señaló Josep Oliu, el presidente del Sabadell, durante la presentación de resultados, las pérdidas futuras que se generen por la gestión de los activos problemáticos de la antigua caja alicantina tendrán que ser cubiertas con el Esquema de Protección de Activos (EPA), una vez absorbidas todas las provisiones realizadas.
Esa garantía que entonces fue vista como un regalo, y que ahora va a empezar a adquirir todo su sentido, lo mismo que aquella sentencia del exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, cuando se refería la CAM como “lo peor de lo peor”.
Ratio de mora
Es cierto que, como consecuencia de la crisis y del parón de la actividad, el ratio de mora del crédito para finalidad inmobiliaria ha crecido en los dos últimos años en todas las entidades financieras, pero en el caso del Sabadell, tras quedarse con la CAM, resulta a todas luces excesivo. Aquella mora del 22,58%, registrada al cierre de 2011, prácticamente se ha triplicado dos años después, hasta rozar el 63%, y está por ver que no vaya a más en los próximos meses.
Es la razón de que haya que echar mano del escudo de la protección de activos quizá antes de lo previsto. El EPA cubrirá hasta junio de 2021 –cuando se producen 10 años de la intervención de Banco CAM por parte del Banco de España– algo de más de 24.000 millones de pérdidas procedentes de créditos problemáticos, activos adjudicados y participaciones inmobiliarias.
Determinar las pérdidas reales
Y es aquí donde se abren todas las incógnitas. Saber a cuánto ascienden las pérdidas reales. De cuántos de esos 24.000 millones habrá que echar mano. Evidentemente serán muchos más de los contemplados en aquel primer avance encargado por el Banco de España en 2011, antes de la adjudicación. Entonces, los auditores externos de Ernst & Young cifraban las pérdidas en unos 5.600 millones de euros, de los que 3.900 se cubrirían con las propias provisiones de la CAM y los restantes 1.700 millones serían aportados por el EPA.
Está claro que las cuentas echadas por los auditores no fueron de lo más afortunadas. Una semana después de que el Sabadell se adjudicara la CAM, comentaba el consejero delegado, Jaime Guardiola, que el agujero podría ser tres veces superior, y alcanzar los 17.000 millones. Recientemente, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ponía encima de la mesa la cifra de 15.000 millones, y el propio Oliu barajaba, en la presentación de resultados, los 13.000 millones.
Datos del primer trimestre
La que sea se verá a medida que vayan pasando los meses. El próximo abril, cuando se presenten los resultados correspondientes al primer trimestre de 2014, se contará con un primer dato ya real de pérdidas cubiertas por este esquema de protección de activos.
Nadie lo espera, pero por si acaso el banco presidido por Josep Oliu tiene provisionados los cerca de 5.000 millones que le correspondería aportar para cubrir el 20% de la totalidad de los 24.000 millones cubiertos por la EPA. De hacer lo propio el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) debería contar con más de 19.000 millones para cubrir el 80% que le corresponde.
Recursos del FGD
En principio, las pérdidas que se produzcan no tendrán problema alguno para ser cubiertas por el FGD, que cuenta con recursos suficientes para afrontar tal eventualidad sin necesidad de endeudarse o de que las entidades asociadas tengan que asumir derramas más allá de su aportación anual, del dos por mil de los depósitos.