Sánchez incumplirá su propio objetivo de déficit a la carta
El Ejecutivo en funciones no podrá reducir las previsiones para reducir el déficit al 2% del Producto Interior Bruto (PIB) al cierre de 2019
El Gobierno que preside Pedro Sánchez no podrá cumplir su objetivo de bajar al 2% el déficit del Producto Interior Bruto (PIB) doméstico. Este era el límite anunciado por la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, tras las elecciones generales del 28 de abril, e incumplirlo supondrá que a final de año no se habrán cumplido varias de las previsiones realizadas por el Ejecutivo socialista.
Hace unas semanas, los comisarios Valdis Dombrovskis y Pierre Moscovici ya advirtieron de un «riesgo de desviación significativa» en su revisión del plan presupuestario enviado a Bruselas por la titular de Economía en funciones, Nadia Calviño. En el borrador, la ministra planteaba que se cerrará el año con un deficit cinco décimas por debajo del registrado a finales de 2018, del 2,5% del PIB.
Según informan fuentes del Gobierno a El Mundo, el objetivo de bajar el déficit público al 2% no podrá conseguirse. No obstante, según indican las mismas fuentes, la intención del Ejecutivo socialsita será la de «intentar acercarse todo lo posible».
Incumplir las previsiones supone el enésimo varapalo a las estimaciones realizadas tanto por Calviño como por Montero. Hace unos días, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) consideró que hay cinco comunidades autónomas –Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia y la Comunidad Valenciana- que tienen muy complicado mantener la estabilidad presupuestaria en el 0% marcado por el Ejecutivo.
La institución solo emitió buenas previsiones para 2020, al calcular que la deuda pública de las autonomías será del 23,2%, una reducción de 1,2 puntos porcentuales respecto a la registrada en 2018, y que será posible principalmente, según la entidad, a una mayor contribución del PIB debido a que en 2019 se financiaron los excesos de 2018.
La deuda autonómica es uno de los principales motivos que esgrime el Gobierno para defender que no podrá cumplir con el objetivo del 2%. También la situación del Ejecutivo, que, al no tener plenitud de funciones, mantiene los mismos presupuestos prorrogados desde 2018 y aprobados durante la Administración de Mariano Rajoy.
Con todo, si en 2019 el Ejecutivo de Sánchez no podrá cumplir con el objetivo de déficit, para 2020 las previsiones son peores. La desaceleración económica tendrá también un impacto en el crecimiento económico, previsto en el 1,9% del PIB por Calviño después de varias rebajas por parte de la Comisión Europea.
Por el momento, el Ejecutivo transmite tranquilidad en sus intervenciones en público. Precisamente Calviño aseguró hace unos días, en una entrevista con el diario alemán Die Welt, que finalmente lograrán un prespuestos equilibrado para que «ni Europa ni los inversores» tengan motivos para «preocuparse».
«Los socialistas llevan 18 meses en el cargo y han cerrado nuevos acuerdos con Podemos. En este tiempo, la confianza en España ha aumentado. Hemos demostrado a los mercados financieros que estamos comprometidos con la reducción de la deuda», aseguró Calviño.
Cuentas pendientes
Además del déficit, Sánchez tendrá que hacer frente también a la caída de la recaudación tributaria, que será un 0,8% menor que el año pasado y dejará un agujero de 35.000 millones de euros a finales de año. Para reducir el déficit hasta el 1,1% -el reto marcado para el próximo año- deberá realizar un ajuste de otros 12.000 millones de euros, incluidos los 7.800 millones que pide la Comisión Europea.
Sánchez se comprometió a mediados de octubre a realizar un esfuerzo de «consolidación fiscal» en los próximos tres años. Esto pasa, además de los objetivos de déficit marcados para este año y para el próximo, rebajarlo al 0,4% del PIB en 2021 para alcanzar la «situación de equilibrio» para 2022.