Latorre descarta más fiascos en CatalunyaCaixa
El número 2 de Economía reduce las necesidades adicionales de capital de la banca en 8.000 millones y descarta una prórroga del rescate europeo porque "no tiene sentido, ninguna ventaja ni justificación"
La mano derecha del ministro de Economía, Luis de Guindos (IND), descarta más fiascos en CatalunyaCaixa después de dos subastas frustradas. El secretario de Estado, Fernando Jiménez Latorre, considera poco probable que el intento de venta de la antigua caja catalana fracase por tercera ocasión.
«Se hará con suficientes atractivos para que sea un éxito», garantiza. Aunque matiza que éstos se referirán al saneamiento y reestructuración de la entidad y a que un contexto de recuperación económica pueda impulsar la privatización.
Latorre recomienda al presidente de la entidad, Carlos Pla, «aclarar» la negociación del expediente de regulación de empleo, que arranca el próximo 20 de agosto, antes de iniciar el proceso de enajenación.
Se acabó el rescate
En lo referente a la situación de Novagalicia, el Gobierno remarca que la compra de la entidad gallega por parte de un fondo de inversión extranjero sería una «señal adicional de interés» en la economía española.
En cuanto a la posibilidad de que España pida una prórroga de la línea de crédito de hasta 100.000 millones facilitada por Bruselas, y de la que se han empleado unos 41.000 millones, Latorre descarta esta posibilidad, al asegurar que «no tiene sentido, ni ventajas ni justificación».
Situación holgada
«Los bancos están en una situación de capital holgada. Si hubiera eventuales necesidades de capital se podrían satisfacer por estos mismos o eventualmente y en casos excepcionales por el Tesoro Público», explica.
El número 2 de Economía garantiza que en una escenario de deterioro de la actividad económica «nada hace pensar» que las necesidades de capital requieran de dicha prórroga.
«No tiene ninguna lógica pedir una prórroga. Pedirla por si acaso no tiene mucha racionalidad», enfatiza, al tiempo que limita a 2.000 millones –se preveían 10.000 millones– las eventuales necesidades de capital derivadas de los nuevos criterios impulsados por el Banco de España para reclasificar los créditos refinanciados.
Caída del crédito
Por último, Latorre considera que la caída del crédito es coherente con el necesario de desendeudamiento privado que tiene que producirse en la economía y considera que no hay un problema de restricción de oferta, ya que los bancos tienen acceso a los mercados y la relación depósito y crédito está equilibrada.
No obstante, muestra su preocupación por el coste «elevado» al que tienen que financiarse sobre todo las pymes. Un encarecimiento que explica por la segmentación europea de los mercados, por cuestiones regulatorias, y por una cierta aversión al riesgo por parte de los bancos.
En este sentido, indica que se está trabajando en España y en Europa para conseguir su abaratamiento, así como en el estímulo de la financiación no bancaria, con el lanzamiento del Mercado Alternativo de Renta Fija, entre otras iniciativas, de forma que no se espera que la recuperación se vea «entorpecida» por una restricción financiera.