El Gobierno admite que la reforma laboral no creará empleo a corto plazo
Difiere sus efectos sobre el mercado a medio plazo y considera que por sà sola no creará puestos de trabajo
El Gobierno por boca de los dos máximos responsables de la política económica, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, y el de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha enfriado las expectativas sobre el efecto que puede tener la nueva reforma laboral en el empleo a corto plazo.
De Guindos ha asegurado que tendrá «sin duda» impactos positivos sobre la economía española pero «a medio plazo». El ministro ha destacado que la reforma aprobada es «agresiva con las causas» que han llevado a España a ser el «peor» país desde el punto de vista laboral y «ambiciosa desde el punto de vista de la contratación futura».
Por su parte, Montoro, ha admitido que la reforma por sí sola no creará empleo, aunque ha indicado que es condición necesaria para que éste se recupere y para evitar la «sangría» del paro.
Para De Guindos, era «imprescindible» una modificación «sustancial» de la regulación laboral porque en épocas de desaceleración, las empresas despedían a sus trabajadores temporales, lo que explica que la tasa de paro juvenil alcance casi el 50% en España.
Los beneficiados por la reforma
Preguntado por si la reforma laboral prima a los empresarios por encima de los sindicatos, De Guindos ha dejado claro que «aquí lo que se quiere primar es el empleo». «Los empresarios lo que quieren es contratar y que les vaya bien las cosas. Yo no he encontrado todavía a ningún empresario que lo que quiera es echar trabajadores», ha indicado en declaraciones a la Cope recogidas por Europa Press.
El ministro ha afirmado que lo que va a permitir la reforma «en última instancia», pero no de manera inmediata, es aumentar la productividad y la competitividad dado que es una ley que actúa «en muchos frentes» y que precisamente tiene como una de sus grandes y ventajas que es «muy amplia».
Montoro ha destacado por su parte que «fundamentalmente» es una reforma equilibrada entre los intereses de los empresarios y los sindicatos, si bien entiende que por parte de las centrales sindicales haya habido un cierto rechazo.
En este sentido, lanza un mensaje a los sindicatos recordándoles que el mundo «está cambiando muy deprisa», que se han destruido muchos puestos de trabajo y que «todos deberían reconsiderar» lo que están haciendo. En declaraciones a la SER el ministro ha añadido que «los agentes sociales tienen que revisar cuáles han sido las condiciones en nuestra sociedad para que se haya destruido tanto empleo (…). Entiendo sus posturas, pero todos deberíamos ser bastante más flexibles», añadió.
Promesas rotas
Preguntado por el motivo por el que el Gobierno ha ‘roto’ sus promesas electorales de no abaratar el despido y subir impuestos, De Guindos ha subrayado que el Ejecutivo ha tenido que tomar medidas «prácticamente sobre la marcha» ante la nueva recaída que ha experimentado la economía desde el verano sin haberse recuperado todavía de la recesión que empezó a sufrir a finales de 2008.
«En muchos casos no han sido plato de gusto, han sido impopulares y contrarias (a lo dicho), pero es que no teníamos otro remedio. Nos hemos visto arrastrados en muchas ocasiones por una situación bastante peor de lo que se proyectaba», ha afirmado.