Caixabank se reivindica como el banco de la España vaciada
“Nosotros estamos más que ninguna entidad en la España vaciada, y tenemos un compromiso para mantenernos”, asegura el consejero delegado de Caixabank
Caixabank se suma a la ola de la España vaciada. No se juega votos sino clientes. Y en realidad, ya estaba en ella, lo que ha hecho es asumir esta nueva terminología para reivindicarse como el banco más presente en las zonas menos pobladas, en las que el acceso a muchos servicios —entre ellos, el bancario—, es a menudo difícil.
“Nosotros estamos más que ninguna otra entidad en la España vaciada, y hemos hecho un compromiso para mantenernos”, ha asegurado Gonzalo Gortázar, consejero delegado de Caixabank. La entidad catalana es la que tiene la mayor red de oficinas y cajeros y pese a que está cerrando unas 800 para apostar por las store, mucho más grandes, sigue presente en la España rural.
Gortázar ha explicado que la entidad mantiene 1.100 oficinas rurales. «Hemos decidido que no queremos cerrarlas”, ha insistido. La gran mayoría de cierres se están produciendo en grandes ciudades, mientras que la previsión es que Agrobank, su marca para los municipios más pequeños, no se resienta del giro de la entidad hacia las grandes oficinas digitales.
El consejero delegado de Caixabank ha añadido que tienen “el mayor banco de microcréditos de Europa”, que ha dado cerca de 900.000 microcréditos. Así, la entidad ha contribuido a la inclusión financiera de más del 90% de la población española, según sus propios datos.
Caixabank ha presentado este martes los resultados del primer trimestre, en el que ganó 533 millones de euros, el 24,3% menos, por la falta de dividendos de Repsol y BFA y la ausencia de extraordinarios de BPI. Pese a esa caída, el banco que preside Jordi Gual destacó que el resultado “es más estable” y que sin esos extraordinarios, habrían mejorado beneficios. Sus ingresos recurrentes también mejoraron, el 0,9%.
La España vaciada, campo de batalla político
En la campaña electoral de las elecciones del pasado domingo 28-A, la España vacía, rebautizada como España vaciada, se convirtió en un campo de batalla por el voto nunca antes vista. La fragmentación del voto en el centro derecha hizo que los partidos de ese ámbito —PP, Cs y VOX—, y también PSOE y Podemos, fueran conscientes de lo que se jugaban en provincias a las que antes no prestaban atención o bien porque consideraban ganadas o porque daban por perdidas.
Los cálculos de los grandes partidos les decían que los últimos escaños en una veintena de provincias podían dar la victoria o imponer a uno u otro partido en el bloque de centroderecha. Por ello, tanto Pablo Casado como Albert Rivera pisaron monte y sembrados por sugerencia de sus asesores. La caída del PP indica que fueron el PSOE y Pedro Sánchez quienes, en general y sin un gran esfuerzo, se impusieron en la España vaciada, por lo que los esfuerzos de Rivera y sobre todo Casado fueron en balde.