La banca encara una nueva oleada de recortes
Las compras del Popular por Santander y de BMN por Bankia, además de la venta de Deutsche Bank España, abren la puerta a cerca de 10.000 empleados de banca
La banca española ha recortado 80.000 puestos de trabajo y 17.000 oficinas durante la crisis, la mayoría (50.000) de las antiguas cajas. Pese a que sigue el proceso de adelgazamiento de las entidades, el ritmo había bajado en los últimos años por un proceso natural: las grandes fusiones ya se habían hecho y lo peor de la crisis financiera ha pasado, aunque los tipos bajos siguen tensionando las cuentas de los bancos. Pero la nueva oleada de fusiones vuelve a señalar una dura reestructuración en el sector a la vuelta de la esquina.
La dos grandes operaciones en marcha –más una tercera pendiente– han vuelto a sembrar la incertidumbre entre los trabajadores del sector y han puesto a los sindicatos en alerta. La compra de Banco Popular por el Santander y la de BMN por Bankia ponen en el foco a miles de empleados, que sumando los de Deutsche Bank en España, cuya venta está en el aire, son cerca de 10.000 los que pueden salir como consecuencia de estas operaciones. Si añadimos los que ya han salido en los últimos meses, o lo están haciendo, nos iríamos a más de 15.000.
La crisis ha destruido hasta ahora 80.000 empleos en la banca y ha cerrado 17.000 oficinas
Las dos absorciones en marcha tendrán recortes de plantilla y de oficinas. Así lo han reconocido sus responsables, e incluso está fijado en los planes enviados por los bancos a los reguladores. No obstante, no están concretados. “Es pronto”, advierten fuentes del sector. El Santander aseguró que hasta que no se complete la integración no habrá recortes, y esto puede ser en más de un año. Estos plazos no hacen más que acrecentar la incertidumbre entre las plantillas, aunque los sindicatos aseguran que ya se ha recortado bastante y que no sobran empleados.
Santander-Popular: medio Popular, en peligro
La mayor operación en marcha es la compra del Popular por el Santander, que convierten de nuevo al banco presidido por Ana Patricia Botín en la mayor entidad en España. El Santander cuenta con 23.000 empleados y unas 2.900 oficinas, mientras que el Popular tiene 10.600 trabajadores y 1.800 oficinas. La suma creará un banco mastodóntico que, además, tiene muchas duplicidades, lo que hace temer lo peor a sus plantillas, en especial a la del banco absorbido.
Entre servicios centrales y cierre de oficinas, el escenario más optimista sitúa el recorte en la mitad de la plantilla del Popular, es decir unas 5.000 personas. Ni los cierres de oficinas ni las salidas tienen por qué afectar solo al Popular. En estos procesos ha sido habitual quedarse con las oficinas más rentables, mejor situadas o más grandes, y si las salidas son incentivadas, suelen abrirse a toda la plantilla.
Santander-Popular: los sindicatos dicen que es muy pronto y que ya no se puede recortar más
El banco y los sindicatos insisten en que es muy pronto, y desde CCOO aseguran que no puede recortarse más. “Son plantillas ya muy apretadas”, asegura Joan Sierra, de CCOO, y más con el esfuerzo comercial que están haciendo ahora los empleados del Popular para intentar recuperar los clientes perdidos durante los meses de incertidumbre sobre el futuro del banco.
Además, tanto el Popular como el Santander vienen de recortes importantes en los últimos meses, con 2.600 y 2.500 salidas respectivamente, por lo que los sindicatos consideran que el trabajo sucio ya se ha hecho. Pero lo cierto es que son dos bancos con una gran implantación nacional, por lo que presentan muchas duplicidades.
Galicia es una de las CCAA donde puede haber un mayor excedente. Allí el Popular compró el Pastor y mantuvo la marca. Ahora se da por hecho que la insignia no va a sobrevivir. Si es así, puede haber un recorte de oficinas que ponga en peligro a parte de los 1.350 empleados del Pastor en la región. No obstante, según los sindicatos, no puede recortarse más una plantilla que el Popular ya redujo en 3.000 personas y sin margen para más voluntariedad.
Bankia-BMN: al menos, 600
La fusión de Bankia y BMN es una operación de algo menos calibre, pero también importante. Ambos suman 17.000 empleados (13.000 de Bankia y 4.000 de BMN), con 1.850 oficinas de Bankia y 660 de BMN. En la documentación enviada a la CNMV, las entidades ya hablaban de un coste de reestructuración de 334 millones de euros para lograr un ahorro anual de 155 millones a partir de 2020.
Bankia y BMN han cifrado la reestructuración en 334 millones, para ahorrar 155 millones anuales
En este caso hay más dudas sobre el volumen de los recortes. Hay menos duplicidades que entre el Santander y el Popular, ya que en ambos casos se trata de fusiones de cajas regionales, por lo que tienen negocios complementarios en muchas provincias, como Granada, Murcia y Baleares. No obstante, también tienen duplicidades en otras regiones.
Los empleados que más están en cuestión son los de servicios centrales de BMN, unos 600. A estos se sumarán los de las oficinas que se cierren. Algunas fuentes hablan de un tercio de la red de BMN, unas 200 oficinas, lo que generaría un excedente de unos mil empleados. En total, hasta 1.600.
Deutsche Bank y las prejubilaciones
Además de las dos grandes operaciones, el Deutsche Bank ha puesto a la venta su negocio minorista en España. Como adelantó Economía Digital, no ha encontrado interés en el mercado, puesto que el resto de bancos no ve complementariedad entre sus negocios y el de DB. Este escenario deja en el aire los 2.600 empleos del banco alemán en España.
Por lo tanto, nos asomamos a una nueva ola de recortes en la banca española, a los que habría que añadir los que siguen haciendo las entidades dentro de su proceso de adelgazamiento. Además de los ya comentados del Santander y Popular previos a la compra, Caixabank activó 400 prejubilaciones en enero y, solo cinco meses después, pactó 600 más. O Ibercaja, que también en mayo cerró un acuerdo para la salida de casi 600 empleados. Y el sector todavía tiene pendiente su transformación digital, para lo que necesitará un cambio de perfiles en sus plantillas.
La foto del sector a cierre de 2016 era de 190.000 empleados y 29.000 oficinas. La crisis empezó con 270.000 trabajadores y 46.000 oficinas, y la reestructuración todavía no ha terminado. La foto dentro de un año será, con toda seguridad, todavía más pequeña.