Yolanda Díaz cierra la puerta abierta por Ribera a revisar el impuesto energético
Las vicepresidentas Yolanda Díaz y Teresa Ribera lanzan mensajes contradictorios sobre el impuesto energético en menos de 24 horas.
Teresa Ribera abre la puerta a replantear el gravamen a los beneficios extraordinarios de las compañías energéticas y Yolanda Díaz la cierra.
En conversaciones informales con la prensa durante la celebración del 45 aniversario de la Constitución en el Congreso, la Ministra de Trabajo insistió el miércoles en que «trabajar para mí país» pasa por asegurar una fiscalidad justa, en un momento en que las grandes compañías energéticas, dijo, están publicando beneficios extraordinarios a causa de la subida de los precios de las materias primas.
Díaz aseguró que en esta cuestión tiene al Presidente del Gobierno de su lado, señalando que apostará por defender el bien del conjunto del país aunque sea a costa de acallar presiones internas en el seno del Ejecutivo. Y se refirió al pacto de Gobierno entre el PSOE y Sumar para advertir contra la supresión del impuesto a las energéticas.
Las declaraciones de Díaz se contraponen a las de la vicepresidenta Teresa Ribera del martes, en la cumbre del clima que se celebra en Dubai.
“Es importante determinar si siguen existiendo o no esos beneficios extraordinarios que intentaban ser identificados en esa figura. La fiscalidad habitual se puede corregir, modular, pero ya no estamos hablando de beneficios extraordinarios, estamos hablando de otra cosa”, manifestó la ministra para la Transición Energética en el marco de la COP28.
El impuesto temporal y extraordinario grava con un 1,2% las ventas de las energéticas con unos ingresos superiores a los 1.000 millones anuales. El gravamen estará en vigor durante 2023 y 2024 y se aplicará a las cuentas de las empresas en 2022 y 2023.
Las compañías del sector han sido muy críticas contra la medida, y han advertido sobre la posibilidad de trasladar inversiones previstas en España a otros mercados.
La literalidad del acuerdo entre PSOE y Sumar dice que tanto el impuesto a la banca como a las energéticas se revisarán “con el objetivo de readaptarlos y mantenerlos una vez que expire su periodo de aplicación actual, para que ambos sectores sigan contribuyendo a la justicia fiscal y al sostenimiento del Estado del Bienestar”.
Europa y el PNV
La posición del PNV, que ha apoyado la investidura de Pedro Sánchez, y la de la Comisión Europea han impulsado en los últimos días la posibilidad de que el impuesto a las compañías energéticas sea revisado.
La Comisión Europea constata que la situación del sector energético ya no es la misma que hace más de un año, cuando varios países acordaron imponer impuestos a las empresas.
En un informe publicado el 30 de noviembre, consultado por este diario, el organismo afirmaba que el «descenso de los precios de la energía a lo largo de 2023 y un entorno económico más incierto»·, así como el aumento de los costes de capital, han llevado a las empresas de los sectores del petróleo, el gas y el carbón «a registrar una disminución de sus beneficios en comparación con los beneficios extraordinarios excedentarios de 2022″.
La presión ejercida por el PNV también podría incidir en la decisión del Gobierno de revisar el impuesto energético.
Andoni Ortuzar calificó recientemente en una entrevista con el periódico El Correo de «mercancía averiada» el impuesto a las energéticas y mostró su oposición al diseño actual del mismo.
«El PNV se va a implicar para que las cosas se hagan de forma razonable para todas las partes», dijo el líder del PNV. «Lo que está claro es que tal y como está ese gravamen es mercancía averiada«, afirmó.