Los Rubiralta (Werfen) reciben 80M en dividendos pero suspenden futuros pagos por la compra de Immucor

Los Rubiralta reciben un suculento dividendo de Werfen, pero deberán esperar para volver a ser retribuidos por sus acciones. La familia propietaria de la farmacéutica (primos de los todavía accionistas de Celsa) se embolsaron 80 millones de euros en dividendos de la compañía en 2022, pero poco después suspendieron futuros pagos a la espera de reducir la deuda generada por la compra del grupo Immucor, dedicado diagnóstico en las áreas de transfusión y trasplantes.

Según las cuentas anuales reportadas al Registro Mercantil, el consejo de administración de Werfen SA, sociedad dominante del grupo, acordó en octubre del año pasado la distribución de un dividendo a cuenta de los resultados del ejercicio de 2022 por un importe de estos 80 millones de euros. Antes de este pago, la empresa no había distribuido dividendos en los últimos cinco ejercicios.

Sin embargo, todo apunta a que volverán a pasar años hasta que los hermanos Marc, Jordi, José Luis y Xavier Rubiralta, propietarios de la compañía, puedan recibir más dividendos. En noviembre de 2022, Werfen cerró la compra de Inmucor por casi 2.000 millones, la adquisición más grande de su historia. La operación fue financiada a través de efectivo disponible y un contrato de crédito sénior con cuatro entidades bancarias por un importe total de 1.890 millones de euros que posteriormente se sindicó en mercado dando entrada a un total de 19 entidades que incluyen BBVA, BNP Paribas, CaixaBank y HSBC, algo que disparó su deuda y su ratio de apalancamiento.

Por este motivo, después de la compra la empresa apostó por una política de prudencia y de reducción de gasto, suspendiendo un segundo dividendo que esperaba abonar por los beneficios de 2022 y el de todo 2023; y limitando las adquisiciones en los próximos años. Los Rubiralta volverán a recibir pagos una vez la deuda se haya estabilizado.

Werfen compró el grupo norteamericano dado que es un activo que le permitirá ampliar su presencia en Estados Unidos y expandir su cartera de soluciones de productos. Además, con la adquisición aspira a superar los 2.200 millones de euros en facturación, alcanzará los siete centros tecnológicos y una plantilla total de 7.000 personas y tendrá presencia en más de 30 países.

Sin pandemia, menos PCR

Superar los 2.000 millones de facturación supondría reimpulsar el negocio de la empresa después de un año 2022 no tan satisfactorio. La farmacéutica de los Rubiralta está especializada en el desarrollo de sistemas de diagnóstico utilizados en hospitales y laboratorios clínicos, incluyendo los famosos test PCR para detectar el Covid, por lo que no es de extrañar que durante el ejercicio 2021, todavía en plena pandemia, batería récords.

Tras un excelente ejercicio, en 2022 la compañía con sede en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) ingresó 1.840 millones de euros, un 0,7% menos que en 2021 por la bajada del uso de los PCR. La corporación atribuye en sus cuentas el estancamiento de la facturación a la “menor gravedad de los casos” y a los cambios de protocolo en España, donde “los test de antígenos han dominado, disminuyendo los test PCR”. “Así, después de una fuerte demanda en el primer trimestre del año, derivado de la variante ómicron del virus, se ha visto un descenso de consumos tanto de test PCR, D-dimer y, en menor medida, de Gases en Sangre”, concluye.

Además del descenso de testeo de covid, la compañía sufrió problemas en las cadenas de suministro y presiones en sus costes, algo que impactó en sus márgenes. Con todo esto, Werfen se dejó el 31% de sus beneficios, quedándose en los 251 millones de euros, frente a los 363 millones alcanzados en 2021. El resultado de bruto del pasado ejercicio ascendió a 313 millones de euros, un 33% menos.

Aun así, Werfen continuó dedicando recursos a actividades de I+D, invirtiendo 134 millones de euros, frente a algo 111 millones de 2021. Como resultado, lanzó al mercado distintos productos en algunas de sus principales geografías.