Caen las ventas de Seat, Volkswagen y Ford: el coche eléctrico, gran apuesta de Sánchez, lastra ya la economía
Tras dos años creciendo más de un 20% tras la pandemia y un avance del 4,7% en el primer semestre de 2023, las exportaciones pasan a números rojos arrastradas por el automóvil
El coche eléctrico, que es una de las grandes apuestas del gobierno de Pedro Sánchez, no arranca en España y ya se ha convertido en un problema para el conjunto de la economía. Las exportaciones han entrado en números rojos porque el sector del automóvil ya no produce como antes. La Comunidad Valenciana (Ford) ha recortado sus ventas al exterior un 30,3% en junio mientras que en Cataluña (Seat) han caído un 16,2%, en País Vasco (Mercedes), un 14,7%, y en Navarra (Volksagen), un 11%.
Tampoco van bien las cosas en Aragón (Stellantis), donde las exportaciones se han desplomado un 12,6%, aunque la otra gran fabrica de Stellantis en Vigo ha conseguido congelar las ventas al exterior del sector de la automoción gallego. Renault, con sus dos fábricas en Castilla y León, es la excepción con un alza de las exportaciones del 3,9%.
Los datos dejan claro dónde esta el problema de las ventas al extranjero. El sector de la automoción es el que más reduce las exportaciones, un 11,4%, de entre todas las industrias que venden fuera de España. Le sigue semimanufacturas, que desciende un 9,6% mientras que el siguiente en el ranking, el sector de bienes de equipo, sólo reduce sus ventas un 5,2%.
Tal y como refleja el informe mensual de comercio exterior del Ministerio de Economia, Comercio y Empresa, estamos ante un punto de inflexión en el sector de la automoción que se ha agravado a mitad de este año. El balance del primer semestre aún tiene un leve avance de las exportaciones del 1,2% pero esta evolución se ve especialmente truncada con el dato de junio, que refleja la caída del 11,2%.
Esta evolución en el sector del automóvil tiene su reflejo en el conjunto de las exportaciones españolas. Tras dos años (2021 y 2022) en el que las ventas al exterior fueron un dinamizador crítico de la economía con crecimientos por encima del 20%, en 2023 se redujo el crecimiento a un 4,7%. Lo que está pasando en 2024 ya se escribe con número rojos, ya que el recorte se alarga por ahora al 3%.
Los hechos que han ocurrido y que explican estos datos empiezan con el fin de la producción de la furgoneta Transit Connect, que ha dejado a la factoría de Ford Almussafes con sólo un modelo que vender al exterior. Misma situación ha vivido Volkswagen Navarra, con el fin del Polo, mientras espera la producción de nuevos vehículos eléctricos. Esta reducción de modelos en producción también ha ocurrido en el primer semestre en Stellantis Figueruelas, que ha perdido el Opel Crossland y el Citröen C3 AirCross. Todos son modelos de combustión que no son sustituidos, todavía, por vehículos eléctricos.
La caída en las exportaciones de Seat Martorell en Cataluña también se ven influenciadas por el cambio hacia la electrificación de la planta, ya que las inversiones han obligado a parar la planta mientras Mercedes Vitoria, por su parte, aplicó un ERTE por «razones técnicas» y la caída de la demanda en Europa.
Esta transición hacia la electrificación, tal y como ayer informó Economía Digital, está cambiando de ritmo ya que se ha pasado de incremento de la red de carga y de la satisfacción de los clientes del coche eléctrico a que se retroceda en la implantación de esta tecnología. Roland Berger apuntaba en su encuesta que precisamente el gobierno de Pedro Sánchez destacaba en el mundo como uno de los países que contaba con mayor impulso a la electrificación.
El problema del coche eléctrico tiene una doble dimensión. Por un lado, la implantación está creando vacíos de producción que están afectando especialmente a los cluster de la automoción de todas las comunidades autónomas con factorías. Además, están las dudas de que la apuesta por el vehículo eléctrico realmente vaya a ser productiva cuando se produzca el desembarco total de las marcas tradicionales que ya están compitiendo con los nuevos actores del sector, que va de desde Tesla a los fabricantes chinos como BYD.
La crisis de Ford hace a Valencia deficitaria en automóvil
Los datos del Ministerio de Economía también reflejan que la crisis que está padeciendo Ford Almussafes ha convertido a la provincia de Valencia en deficitaria en términos de automóvil, es decir, que necesita importar coches por más valor que lo logra vender teniendo una factoría entre sus activos.
El dato del mes de junio así lo atestigua, ya que la provincia vendió por valor de 367,6 millones de euros mientras que sus importaciones fueron de 387,1 millones. Esto implica un saldo negativo de 19 millones de euros en este mes de junio. En cambio, el acumulado que recoge los seis primeros meses de 2024 sigue manteniéndose positivo con un valor superior a los 197 millones.
Si se compara el dato acumulado con el del mes de junio, Navarra y Barcelona se han emergido como las regiones más sólidas en términos de saldo acumulado. Navarra, con la planta de Volkswagen, lidera con un saldo de 1.192 millones de euros en lo que va del año, impulsado por los 155,9 millones de euros alcanzados solo en junio.
En este sentido, cabe recordar que la planta del automóvil alemán se encuentra inmersa en una importante transformación para acoger la producción de coches eléctricos. Con motivo de un nuevo mecanismo de prensa para vehículos eléctricos, la compañía prevé invertir 52,5 millones de euros, sumando lo que cuesta la propia máquina y la obra civil.
Barcelona, donde operan las plantas de Seat, registra el segundo saldo acumulado más alto, con 976,6 millones de euros, de los cuales 248 millones corresponden al mes de junio.