El fin de la crisis de gobernanza en Unicaja abre las puertas del Consejo a Tomás Olivo 

Una vez afrontada la sucesión de Manuel Azuaga en la presidencia de Unicaja, el banco encara la entrada de Tomás Olivo, segundo máximo accionista, en el Consejo de Administración 

Sede de Unicaja en Málaga. EFE

Sede de Unicaja Banco en Málaga. EFE

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Unicaja Banco aún tiene un último frente corporativo abierto. Una vez allanada la salida de Manuel Azuaga de la entidad bancaria y anunciada la llegada de José Sevilla en su lugar, la compañía encara el desembarque del empresario murciano Tomás Olivo en el Consejo de Administración. 

El dueño de General de Galerías Comerciales es el segundo máximo accionista de la entidad malagueña con el 9,012% del accionariado. Solo lo supera la Fundación Unicaja, que posee más del 30% del capital de la compañía. Con la participación que tiene el empresario, el paso lógico es reclamar el sillón que le corresponde en el Consejo de Administración y que, además, valdría para completar todos los asientos. 

Olivo quiere ocupar el vacío en Unicaja Banco  

La entidad malagueña tiene un asiento vacío en su Consejo de Administración desde principios de agosto, cuando David Vaamonde salió del mismo después de que el fondo Oceanwoord decidiera vender su participación casi en su totalidad.

Esta venta precipitó que varios accionistas, entre los que se encuentra Tomás Olivo, movieran ficha en el capital del banco. La compra más elevada fueron la del magnate murciano por el 2,95% del empresario mexicano, Ernesto Tinajero, y la de Norges Bank, que es el tercer máximo accionista del banco.

Con la adquisición de Olivo, su participación en Unicaja creció desde el 6,78% hasta el 9,012%, tenencia que lo ubica en el podio de los accionistas mayoritarios. Tal y como detallan fuentes financieras a ECONOMÍA DIGITAL, Olivo ve con buenos ojos recalar en el Consejo de Administración de la entidad a través de un representante. 

La salida de Azuaga cambió todo 

La llegada de Olivo no se ha producido porque, a finales de noviembre del año pasado, Manuel Azuaga anunció al Consejo su salida de la entidad. Aunque los miembros del mismo se hacían a la idea de que el presidente no ejecutivo saldría del banco en un periodo de tiempo corto, no contaban con que la salida fuese tan prematura. 

Así, Unicaja reactivó la búsqueda de un sucesor que finalizó el pasado viernes con el anuncio de José Sevilla, ex consejero delegado de Bankia y antiguo directivo de BBVA. Como sostienen fuentes financieras consultadas por este diario, Olivo ha preferido esperar a que el Consejo de Unicaja se estabilizase para acometer su llegada. Es decir, el milmillonario ha dado tiempo a la compañía para que templase las altas esferas y para que su llegada no supusiera un nuevo contratiempo.  

Ahora que todas las piezas están casi ajustadas, solo queda que el empresario murciano maniobre para reclamar su asiento y complete la vacante existente.  

Cabe destacar que, en la última Junta General Extraordinaria, los accionistas, además de ratificar a Isidro Rubiales como CEO, dieron su ‘ok’ a que el Consejo de Administración de Unicaja siguiese contando con 15 asientos pese a que, en ese momento, solo había 14 consejeros. 

Olivo completaría el Consejo de Administración 

Todo apunta a que Tomás Olivo es la figura llamada a completar este puzle y, así, Unicaja afronte el futuro con la cúpula directiva y el Consejo de Administración renovados. La llegada de José Sevilla para suceder a Manuel Azuaga entierra cualquier resquicio que pudiera haber de la crisis de gobernanza habida en los últimos dos ejercicios. 

Tomás Olivo, segundo máximo accionista de Unicaja Banco. BME
Tomás Olivo, segundo máximo accionista de Unicaja Banco. BME

Azuaga, que encabezó al bando malagueño, salió victorioso de la crisis interna que, por tramos, parecía que beneficiaría a Manuel Menéndez y al bloque asturiano. En julio del pasado año, la entidad anunció la salida del que fuera CEO y la entrada de Rubiales en su puesto, movimiento que valió para calmar las aguas. 

Con la sucesión de Azuaga en la compañía, la firma con sede en Málaga acomete la remodelación total de las altas esferas del banco y elimina cualquier rastro de la que ha sido el periodo más oscuro en la historia reciente de Unicaja. 

Olivo es el eslabón del banco andaluz. Una vez se complete su entrada, el banco contará con un Consejo de Administración completo en su totalidad y renovado. Tras Sevilla, la entidad espera al empresario murciano. 

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Alejandro Montoro

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