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Azuaga renuncia a la presidencia de Unicaja Banco y sale del Consejo de Administración
El directivo malagueño considera que es "el momento idóneo" para salir de Unicaja Banco ya que asume que la integración de Liberbank está solventada
Manuel Azuaga ha presentando su dimisión como presidente no ejecutivo de Unicaja Banco este viernes, tal y como ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El directivo, que dio un paso atrás en la cúpula del banco malagueño a finales de septiembre, ha presentado su renuncia a la presidencia por la culminación de la integración de Liberbank. Azuaga también ha informado de su salida del Consejo de Administración, lo que implica que Unicaja Banco tenga dos vacantes, contando con el vacío que generó David Vaamonde, representante de Oceanwood.
Como fuere, el que hasta este viernes era el presidente de la entidad ha señalado en un escrito a la CNMV que «es el momento es idóneo» para que se produzca su salida, ya que considera que la integración de Liberbank en Unicaja Banco está solventada.
De esta manera, el directivo malagueño pone fin a su etapa en la entidad, en la que llevaba «desde su constitución en el año 2011, y en las entidades que lo precedieron, desde 1986», tal y como el banco ha detallado al supervisor español.
Unicaja Banco se enfrena un proceso de sucesión
De esta forma, el banco andaluz se enfrenta a un proceso de sucesión en el Consejo de Administración. Cabe destacar que, en las últimas semanas, se han producido distintos movimientos accionariales que, de un modo u otro, podría tener afección sobre los asientos del Consejo. El más destacado fue la escalada en el capital del banco que hizo Tomás Olivo.
El empresario, que actualmente posee más del 9% de la entidad, podría recalar en el Consejo de Administración. Unido a esto, la que es una de las mayores fortunas del país ha dejado claro en distintas ocasiones que su intención es hacerse con el 10% de la firma bancaria.
De un modo u otro, el directivo ha acelerado su salida del banco una vez ha denotado que la crisis de gobernanza que ha arrastrado la entidad se ha solventado. Azuaga ha convivido con la que ha sido una de las etapas más oscuras de la firma bancaria. La integración de Liberbank trajo consigo una guerra interna entre el antiguo CEO de Unicaja, Manuel Menéndez, y el propio presidente.
Esta batalla, que supuso la salida de Braulio Medel de la Fundación Unicaja, se solventó con la salida de Menéndez y el posterior nombramiento de Isidro Rubiales. El nuevo consejero delegado es, desde finales de septiembre, quien acumula todo el poder en el banco.
De hecho, hasta antes de su nombramiento, Rubiales era una de las manos derecha de Azuaga. Ahora, el nuevo CEO asume la gestión de la entidad sin presidente y se embarca en un proceso de sucesión de que seguirá dando de qué hablar.
El banco tiene varios frentes abiertos
El propio Rubiales considera que su nombramiento supuso el fin de la crisis de gobernanza en el banco y que, con él, se abre un nuevo escenario «ilusionante». Dicha etapa comienza con una nueva batalla entre Unicaja y la plantilla, la reconfiguración de la cúpula directiva de la entidad, con la salida de Azuaga, y con la posibilidad de que se incorporen dos nuevos consejeros.
Aunque la actualidad del banco es algo más tranquila de la que tenía hace apenas seis meses, Unicaja aún tiene varios frentes abiertos. Por lo pronto, la firma detalla en el escrito enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que «el Consejo de Administración ha acordado activar el Plan de Sucesión para la selección del candidato a sustituirle». Además, la entidad liderada por Rubiales añade que para la selección del nuevo presidente «se contará con el apoyo de un consultor independiente«.