Ucrania mantiene la presión sobre Fridman mientras que la UE levanta las sanciones al dueño de DIA
El grupo LetterOne, creado por Mikhail Fridman, considera que la reciente sentencia de la UE no cambia nada en la gestión actual de los supermercados DIA.
La Justicia ucraniana ha decretado el embargo de participaciones societarias en la mayor compañía de telefonía móvil de Turquía, Turkcell, vinculadas al magnate Mikhail Fridman.
El oligarca ruso nacido en Ucrania afronta la presión de los tribunales ucranianos mientras que la Justicia europea ha decidido levantar las sanciones que pesaban sobre él tras la invasión del país por parte de Rusia.
El Tribunal General de Justicia de la UE informó el miércoles que había admitido recurso de Fridman contra las sanciones impuestas en marzo de 2022, anulando «tanto los actos iniciales como los actos de mantenimiento en las listas de medidas restrictivas correspondientes al período comprendido entre el 28 de febrero de 2022 y el 15 de marzo de 2023″.
Fuentes cercanas al grupo de inversión creado por Fridman, consultadas por este diario, destacan que la sentencia europea no supone «ninguna diferencia en la gobernanza de LetterOne, ni de DIA»
Fridman, quien se hizo con los supermecados DIA en 2019, a través de su grupo de inversión LetterOne, era un asiduo a las listas Forbes de los más ricos del mundo, una de las cien mayores fortunas del planeta.
Con negocios financieros, industriales y en tecnología, entre otros muchos, el magnate ruso -hasta los 17 años vivió en la localidad ucraniana de Lviv; con nacionalidad rusa e israelí- gestionaba una fortuna cercana a los 20.000 millones de euros.
Tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, Fridman tuvo que dar un paso atrás y distanciarse de los conglomerados en los que participaba. En marzo de 2022, dejó su puesto en el consejo de administración del grupo LetterOne.
A pesar de que Fridman abogó desde el comienzo de la invasión de Ucrania por la paz -«estoy convencido de que la guerra nunca podrá ser la respuesta. Esta crisis costará vidas y dañará a dos naciones que han sido hermanas durante cientos de años. Si bien una solución parece terriblemente lejana, sólo puedo unirme a aquellos cuyo ferviente deseo es que termine el derramamiento de sangre», escribió-, los tribunales ucranianos mantienen la presión sobre él.
El pasado día 5 de marzo la operadora turca Turkcell fue informada de que su filial en Ucrania «recibió un fallo oficial de un tribunal ucraniano» ordenando la incautación de participaciones en la empresa «dentro del proceso penal relacionado con sospechas que involucran a Mikhail Fridman«.
El grupo turco, en información enviada al regulador del mercado estadounidense, la SEC, consultada por este diario, asegura que «la persona mencionada» no tiene «control ni influencia sobre nuestras filiales ucranianas». Turkcell ha presentado recurso de apelación ante el tribunal ucraniano «con el objetivo de anular los embargos».
La decisión del tribunal ucraniano puede complicar la venta prevista de los activos en el país de Turkcell, que trata de venderlos, desde finales del pasado año, al grupo NJJ Capital.
A pesar de la reciente decisión del Tribunal General de Justicia de la UE, Fridman se mantendrá alejado todavía de LetterOne y también del grupo DIA.
Fuentes cercanas al grupo de inversión creado por Fridman, con sede en Luxemburgo, destacan que la sentencia europea no supone «ninguna diferencia en la gobernanza de LetterOne, ni de DIA».
Las mismas fuentes explican que sobre Mikhail Fridman pesan todavía sanciones en Reino Unido y en Estados Unidos, y que ni siquiera está claro del todo «cuando se levantarán todas las sanciones en la UE». En todo caso, destacan, el inversor ruso está «totalmente separado de LetterOne y no tiene control sobre los beneficios del negocio».