Ada Colau esquiva la querella de la patronal de Uber y Cabify
La Audiencia de Barcelona rechaza la querella de la patronal de las VTC contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau
Jarro de agua fría para Unauto en Cataluña, la patronal de las VTC que representa a Uber y Cabify. Unauto había presentado una querella contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, al entender que había cometido delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y desobediencia, pero los tribunales han decidido rechazar este recurso.
La querella, pese a ser admitida a trámite tras la presentación de un recurso de apelación, ha sido rechazada por por unanimidad. La alcaldesa de Barcelona estaba acusada de varios delitos por su gestión del conflicto del taxi con Uber y Cabify en la capital catalana.
La sala sexta de la Audiencia Provincial, según la documentación consultada, desestima la querella contra Colau por motivos formales y por carecer de fundamento. El juez avisa de que, además de que los hechos mostrados no constituyen delito alguno y que no es competente para investigar el caso, no se habrían cumplido los requisitos formales.
El reglamento de Colau, bajo sospecha
Como presidenta del Área Metropolitana de Barcelona, Colau quiere elaborar una norma que regule el funcionamiento de las VTC en Barcelona de manera más restrictiva que la Generalitat de Cataluña.
La alcaldesa de Barcelona quiere incrementar los 15 minutos de antelación para solicitar un servicio de VTC hasta una hora, lo que rompe el modelo de trabajo de aplicaciones como Uber y Cabify.
La prueba es que las dos plataformas de movilidad han tenido problemas para continuar con sus servicios solo únicamente teniendo que respetar el cuarto de hora establecido por el gobierno autonómico de Quim Torra.
Sobre esta normativa, los servicios de competencia de Cataluña han sido claros: es discriminatoria. La ACCO consideró “injustificadamente restrictivo” esta regulación del AMB. Consideró que este intervalo ponía en peligro el modelo de negocio de las plataformas digitales, por lo que recomendó “la no aprobación definitiva” del reglamento.