La llegada de Ocaña a Telefónica presiona a STC para que su consejera sea mujer

La nueva recomposición en el Consejo de Administración de Telefónica genera un conflicto en materia de gobernanza de cara a los próximos movimientos

Telefónica

José María Álvarez-Pallete durante la Junta de Accionistas de Telefónica

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El Gobierno ya tiene sillón en el Consejo de Administración de Telefónica. Carlos Ocaña Orbis es consejero dominical en el operador azul en representación de la Sepi. Este movimiento, un tanto sorprendente, ha tensionado al máximo los compromisos de gobernanza de la compañía en materia de paridad de género, y traslada una presión añadida a STC.

Telefónica había encarrilado bien la política de gobernanza de la compañía. A finales de 2023, tras la salida de dos consejeros, una de las incorporaciones fue Solagne Sobral. La cuota femenina se situaba por encima del 40%, y aunque la legalidad no obliga -pero sí sugiere-, el operador cumplía con sus propias autoexigencias.

Ahora todo ha dado un giro inesperado. Desde que el Gobierno confirmase que pediría un asiento en el Consejo de Telefónica, la mayoría de quinielas situaban a alguna mujer. Eso hubiera dejado la composición femenina con un total de siete representantes, casi superando la barrera del 50%.

Esta acción, de manera indirecta, provocaba que el representante de STC, cuando lo solicite, no tendría la necesidad de que fuese mujer, o que hubiera que remodelar el Consejo de manera orgánica. La llegada de Carlos Ocaña hace saltar por los aires la gobernanza.

¿Qué hará STC con su dominical en Telefónica?

STC se ha dado el periodo de un año para ejecutar su desembarco en Telefónica. Ahora mismo posee el 4,9% del capital, y tiene en derivados financieros otro 5%. Aunque para llegar a esa cifra debe tener la autorización del Gobierno, incluido el Ministerio de Defensa.

Se trata de un problema a -relativo- largo plazo. Telefónica cuenta en estos momentos con 15 asientos en el Consejo. Con la llegada de Carlos Ocaña, y la salida de Carmen García de Andrés, se ha pasado de seis a cinco consejeras.

Esto supone una representación del 33%. Por debajo de las recomendaciones de los organismos supervisores, y las leyes que se prevén aprobar en esta dirección.

Si STC propone a un hombre para ocupar su lugar en el Consejo, la cifra caería hasta el 26%. Una circunstancia que obligaría a Telefónica a tener que recomponer su Consejo de manera obligatoria.

Telefónica y su gobernanza

El reglamento del Consejo de Administración de Telefónica se modificó en 2020. Estos cambios intentaban adaptarse al máximo a las normas de buen gobierno en las grandes empresas. Sobre todo, en materia de representación de género, así como de representación del accionariado en el consejo.

La cuestión de género ya está en tensión. Algo que sucederá con los independientes que representaban el 66% del Consejo de Administración de Telefónica antes de la llegada de Ocaña. Según explica Telefónica en su informe consolidado, esta circunstancia ofrece un alto grado de cumplimiento con las recomendaciones en materia de gobierno corporativo.

Se requiere que el órgano de administración esté constituido por una amplia mayoría de consejeros externos y que el número de independientes represente al menos la mitad del total de consejeros, enfatiza Telefónica en su informe.

Todas estas acciones fueron incorporadas de forma expresa en la mencionada modificación del documento, pero puede dar al traste con los cambios que se avecinan en Telefónica.

La mitad de independientes

El Gobierno ya tiene su sillón. Y con una representación del 10%, y teniendo en cuenta que Telefónica no tiene límites concretos, sino negociables, esa cifra en un momento dado puede ser de dos.

Sin contar con ese consejero extra, STC sí pedirá su asiento cuando llegue al 9% previsto en el marco temporal que se ha dado de un año. Aunque todavía no ha realizado ningún pronunciamiento público al respecto.

Con estos dos nuevos consejeros independientes, Telefónica contaría con cuatro consejeros dominicales, dos ejecutivos, uno externo y ocho independientes.

Esta situación deja la cifra de independientes en el 53%, el límite mínimo que fija la propia Telefónica para la consecución de las recomendaciones de buen gobierno corporativo. La amplia representación de consejeros externos quería limitada a cumplir con un aprobado.

El tamaño importa en Telefónica

En el ‘Informe de Gestión y Sostenibilidad’ también se hace mención expresa al tamaño del Consejo de Administración. En estos momentos tiene 15 miembros, aunque no siempre ha tenido este número. De esta cantidad se extrae ese 6,6% que hace falta tener en el accionariado para tener un representante.

Dicha cifra puede variar, por tanto, si el número de consejeros sube o baja. La compañía asegura que en estos momentos los 15 consejeros son suficientes para lograr un funcionamiento eficaz y operativo.

No obstante, el número puede cambiar, y eso de nuevo impactaría en los requerimientos mínimos o máximos para tener acceso a un consejero. Aunque se debe recodar que BBVA tiene sillón el Consejo de Administración sin llegar a ese mínimo. Circunstancia que podría aprovechar la Sepi hasta que consiga el 10% al que aspira.

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Raúl Masa

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