Telefónica y la seguridad: ¿por qué se actúa de manera distinta con saudíes y chinos?

Las telecomunicaciones son un sector estratégico para España, por eso todos los socios de las empresas no son igual de bienvenidos

Telefónica

Sede de Telefónica

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

El pasado septiembre, hace ya cinco meses, el grupo de telecomunicaciones saudí STC irrumpió en el accionariado de Telefónica con la compra del 4,5% de la compañía, y la posibilidad de alcanzar el 9% mediante instrumentos financieros. La situación generó gran revuelo, pero a nivel efectivo nadie está preocupado por la seguridad nacional como sí sucede con la presencia china. 

Según explican fuentes del sector a ECONOMÍA DIGITAL, la preocupación por parte del Gobierno en la entrada de STC en el accionariado de Telefónica corresponde más a intereses económicos y empresariales que de defensa

Todo ello pese a que Telefónica es uno de los grandes contratistas del Gobierno en materia técnica, la realidad es que no existe la preocupación en materia de seguridad con STC.  

Una situación contraria a la que se vive desde hace años con los proveedores de telecos de origen asiático. Algo que se ha personado en Huawei, el principal suministrador en materia de 5G, y que desde hace tiempo empieza a encontrarse fuera del ‘core’ de los operadores de telefonía que están desplegando esta tecnología en España.

Esa diferente vara de medir, según el origen de los socios, se percibe también a nivel europeo. Desde el Parlamento Europeo, por ejemplo, no se ha querido interferir en la entrada de STC en Telefónica, y ante preguntas parlamentarias se limitaron a contestar que «la Comisión no está en condiciones de formular observaciones al respecto». 

En materia de 5G, sin embargo, el pasado verano la Comisión Europea estimó que está «absolutamente justificado» que varios países de la Unión Europea hayan decidido excluir a Huawei y ZTE del despliegue de sus redes de 5G, al considerar que se trata de proveedores que plantean serios riesgos para la seguridad nacional. 

España ha lanzado una Ley de Ciberseguridad, que si bien se desarrolla más lento de lo previsto, el resultado final es apartar a los proveedores chinos el 5G español. 

STC no preocupa 

Para que STC pueda optar a hacerse con el 9% de Telefónica necesita remitir una información detallada sobre sus intenciones al Ministerio de Defensa. Es un trámite obligatorio debido al ‘escudo antiopas’ que puso en marcha el Gobierno durante la pandemia. 

Este trámite, según explican fuentes expertas, no tendrá muchas complicaciones. Al menos en materia de defensa y seguridad. Otra cuestión es el control económico de la compañía, donde el Gobierno sí tiene fuertes intereses. 

Este podría ser el motivo para que Defensa, Industria o Asuntos Económicos pongan problemas a la entrada de STC, pero nunca sería por motivos de seguridad. 

Las fuentes consultadas cuentan que la gran diferencia entre saudíes y chinos es que los segundos sí tienen la capacidad de conseguir potencial información comprometida puesto que están, directamente, en el software de las infraestructuras críticas. 

En cuanto a STC, su acceso y poder se asienta en la zona corporativa de la compañía, no es las infraestructuras. Por ese motivo no existe una alarma real en materia de seguridad. Además, Arabia Saudí, principal accionista del operador, se considera un aliado estratégico para Europa, por lo que tiene una consideración estratégica distinta.

Comenta el artículo
Raúl Masa

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta