Telefónica se adapta al siglo XXI: 22.000 empleos menos en 23 años para competir en un nuevo mercado
El operador azul ha pasado de ser un monopolio sin fisuras a competir con empresas mucho más pequeñas que le roban clientes por todas partes
Telefónica vive tiempos convulsos en España, uno de sus principales mercados. Ha pasado de ser un monopolio en manos del Estado a competir con operadores virtuales a través de su marca de bajo coste O2. Un giro en el que ha tenido que hacer severos ajustes de plantilla en los últimos 23 años.
El operador azul ha tenido un primer cuarto de siglo complicado. Empezó la centuria con más de 43.000 empleados en la era de César Alierta. Según el último ejercicio completo, los empleados de Telefónica España suman poco más de 21.000 trabajadores.
A esa cifra toca restar el próximo ERE. Falta por confirmar el número total, aunque según se desprende de las sensaciones de los sindicatos, afectaría a más de 3.000 personas. Un nuevo paso por aligerar una división que desde hace años se mide a rivales muy pequeños con gran capacidad para maniobrar comercialmente y tensionar el mercado.
Lo que comparte el actual presidente, José María Álvarez-Pallete, con su antecesor, es que ambos han tenido que meter la tijera. La situación siempre ha sido la misma: el cambio de negocio empujado por nuevas tecnologías que obligaban a reformular maneras de trabajar y hacer negocio.
Una reducción obligada
Una vez que se rompieron los muros del monopolio, Telefónica afrontaba un mercado nuevo y desconocido. Airtel, Wanadoo… y así una tras otras las compañías se fueron asentando en el negocio español, y el operador azul tenía que adaptarse.
En el desarrollo del siglo XXI, además, se produjo el ‘boom’ de la tecnología móvil y, en muy poco también, se dio el cambio del cobre (ADSL) a la fibra (FTTH). Todo ello en un contexto donde Telefónica, pese a no ser incumbente, todavía tenía obligaciones regulatorias muy altas.
Vodadone, Orange… la aparición de los primeros operadores móviles virtuales (OMV), y a partir de 2015 el competidor que cambió el negocio para siempre: MásMóvil.
El operador amarillo se armó con la compra de Pepephone y Yoigo, y empezó a presionar el mercado. Fue a mediados de la década pasada cuando Telefónica tuvo que realizar su último gran ERE con más de 6.000 personas.
En paralelo, Telefónica se fue enfrentando a todos los cambios tecnológicos. Eso suponía afrontar estructuras más ligeras a nivel de negocio. El mejor reflejo es la desinversión en infraestructura de redes. Unos movimientos corporativos que también influyen en ese adelgazamiento de la plantilla.
La ‘guerra’ final
Para terminar la década, apareció la puntilla final: Digi. El operador de origen rumano ha encendido una guerra comercial en España que ha provocado que todas las compañías tengan que bajar al barro de los precios baratos.
Esa situación ha erosionado los márgenes financieros de todas las compañías, incluida Telefónica. Los ingresos en España han caído en más de 300 M€ desde que Pallete tomó la presidencia.
Fuentes sindicales asumen que una vez que acabe el Plan Estratégico 2024-26 la compañía se verá obligada a dimensionar de nuevo la plantilla. Por tanto, el número de bajas será mayor.