Telefónica presenta los resultados del centenario con BBVA y CaixaBank como únicos socios estables
El consenso de mercado estima que la operadora liderada por José María Álvarez-Pallete reduzca sus ganancias un 74%, hasta los 520 millones de euros
Telefónica presentará sus resultados anuales en un momento marcado por la incertidumbre accionarial, la mayor presión de la competencia tras el ‘ok’ de Bruselas a la fusión entre Orange y MásMóvil y los diversos ‘problemas’ internos que ha tenido la operadora azul con su plantilla.
La teleco nacional cierra un ejercicio del que, a nivel contable, el mercado espera unas ganancias empobrecidas. Según informa el portal especializado Finanzas.com, el consenso de mercado estima una caída del beneficio de Telefónica del 74%, hasta 520 millones de euros.
Más allá de las ganancias decrecientes que los inversores descuentan, el mercado estará pendiente de cómo encara la operadora liderada por José María Álvarez-Pallete del desembarco de la SEPI en su accionariado y si STC finalmente se hace con el 9,9% del capital al que aspiraba.
El segundo semestre de 2023, año del centenario de Telefónica, se caracterizó por la inestabilidad accionarial, los vaivenes que ha experimentado la compañía en el Ibex 35, y la desconfianza que, aún hoy, genera el valor entre gran parte de los inversores.
Sin olvidar que la teleco cerró recientemente un ERE al que finalmente han acudido más de 3.400 empleados de las distintas filiales de Telefónica.
BBVA y Caixabank se sienten «cómodos» en Telefónica
Pese a las dificultades corporativas y laborales a las que ha hecho frente Telefónica, la operadora ha encontrado el apoyo de BBVA y de Caixabank. Los que hasta antes de la aparición de STC eran dos de los tres máximos accionistas de la operadora confían en el valor y han asegurado públicamente estar «cómodos» con el accionariado resultante.
Carlos Torres, presidente de BBVA, y Gonzalo Gortázar, CEO de Caixabank, remarcaron en las presentaciones de los resultados anuales que «es bueno que haya interés inversor» en Telefónica. Para los directivos, el hecho de que tanto STC como la SEPI quieran entrar en el accionariado de Telefónica «ilustra el potencial que tiene» la empresa, como apuntó Torres.
Gonzalo Gortázar destacó que la compañía azul es «atractiva» y, por ello, «no es de extrañar que haya interés inversor».
BBVA, con el 4,87% del capital, y Caixabank, con el 4,8%, han asegurado que, esté quien esté en el accionariado de la teleco, se sienten «cómodos».
Los lazos de Caixabank y BBVA con la operadora son distintos
Aunque los motivos que unen a cada banco con Telefónica son distintos, ambos aseguran estar tranquilos con lo que pueda pasar con el valor y remarcan que, por el momento, sus posiciones no se mueven.
La entidad liderada por Onur Genç ha defendido en varias ocasiones que su inversión en Telefónica es «financiera», y no estratégica. Aunque BBVA no cierra la puerta a una futura venta de su participación, Carlos Torres resaltó que mantendrán su tenencia en la operadora «si tiene sentido«.
Por su parte, y contrastando con la idea de inversión que tiene BBVA en Telefónica, Gonzalo Gortázar indicó ante los medios que la relación entre la entidad catalana y la operadora «va más allá» de lo puramente financiero.
De un modo u otro, tanto BBVA como Caixabank aseveraron que su visión sobre la teleco liderada por Pallete no había cambiado con el anuncio de la SEPI de hacerse con hasta el 10% de la compañía. Al igual que valoraron positivamente las intenciones de STC, ambos directivos ven con buenos ojos el interés que el Estado tiene sobre Telefónica.
Los dos bancos españoles se han erigido como los dos únicos ‘socios’ estables para la teleco española. Ambas entidades financieras han asegurado que ni la entrada del Estado, ni tampoco la de la operadora saudí, les incomoda.
Pendientes de los movimientos de la SEPI y de STC
La posición firme mostrada por ambos inversores institucionales ha minimizado los temblores corporativos que aún hoy sacuden a Telefónica. La entrada de la SEPI aún no tiene fecha. Lo único sabido es que el Estado quiere equilibrar los poderes en la compañía y asegurarse de que la españolidad prima en una empresa a la que considera «estratégica».
La institución dependiente del Ministerio de Hacienda aspira a hacerse con hasta el 10%, aunque su pretensión es tener, en todo caso, una posición superior a la que pueda tener STC.
La idea primaria de la operadora saudí –que se jacta de tener el 9,9% de Telefónica pese a contar con el 4,5%, según los registros de la CNMV- es hacerse con una posición mayoritaria, pero sin voluntad de incidir en la toma de decisiones.
Aún ello, y como ya informó ECONOMÍA DIGITAL, aún se desconocen los próximos movimientos financieros que seguro tendrán que realizar la SEPI y STC. Tanto la irrupción del Estado en el capital de Telefónica, como la adquisición de casi el 5% restante que quiere tener la operadora saudí, aún está en el aire.
Caixabank, junto con Criteria Caixa, BBVA, y BlackRock son los escuderos de un valor que aún deja varias dudas a los inversores.