Telefónica hace los deberes en sus mercados clave y pone el foco de la desinversión en Latinoamérica

Los ingresos de la operadora caen un 4% en Latinoamérica, especialmente por el descenso en Chile y Perú

El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete López. EFE/ Javier Lizón

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Telefónica ha completado una primera mitad de año centrada en consolidar los ingresos en los países clave, mientras ha iniciado las desinversiones en Latinoamérica. La compañía que dirige José María Álvarez-Pallete ha cumplido con los objetivos marcados en su plan estratégico y ha comenzado a vender parte del negocio al otro lado del charco, que muestra debilidad en algunos de los países donde opera.

La operadora azul ha logrado aumentar su cifra de negocio por encima del 1%, hasta registrar unos ingresos de 20.395 millones de euros. España, con 6.245 millones, crece un 1%, mientras que Brasil lo hace un 6,8%, hasta los 4.960 millones. En Reino Unido, Virgin Media O2, la empresa conjunta que posee junto a Liberty, también ha superado sus cifras y ha logrado ingresar un 1,6% más, hasta 6.157 millones.

De los mercados que la compañía considera prioritarios, sólo Alemania ha retrocedido en el primer semestre, con un leve descenso de las ventas del 0,1%, hasta los 4.189 millones. En conjunto, los resultados obtenidos en la primera mitad de 2024 dan el impulso necesario a Telefónica para convencer a inversores de la estabilidad de la empresa, en un año marcado por la agitación accionarial.

Al avance del Estado a través de la Sepi y de CriteriaCaixa hasta hacerse con un 10% respectivamente de la participación en Telefónica, se le sumará el de la saudí STC, pendiente aún del visto bueno del Gobierno para alcanzar su equivalente trozo del pastel y con la duda aún de si pedirá también un asiento en el consejo de administración.

A expensas del el futuro encaje accionarial y la posible modificación del consejo, la compañía también ha cerrado un acuerdo importante con Vodafone, creando una empresa conjunta de fibra, y otro acuerdo a largo plazo con Digi para la red móvil en España. Dos movimientos estratégicos en un entorno cada vez más competitivo y donde ya no es la teleco número uno por clientes, tras la puesta en marcha del gigante Masorange.

La caída de ingresos de Hispam

En el lado contrario se encuentra Hispam, la filial latinoamericana de Telefónica que engloba Colombia, Chile, Perú, México, Argentina, Venezuela, Ecuador y Uruguay. Durante los seis primeros meses del año, Hispam registró unos ingresos de 4.304 millones de euros, un 4,1% inferiores a los 4.489 millones del mismo periodo del año anterior.

Una mala evolución que se explica principalmente por el lastre de las ventas especialmente en Chile y en Perú. En el primer país, los resultados han estado afectados un trimestre más por «el difícil entorno competitivo en móvil», según reconoce la teleco en su informe de resultados. Asimismo sus ingresos se han visto impactados también por la caída de la venta de terminales, que se reduce un 20,1% interanual.

El ebitda en Chile también ha descendido un 22,4%. Por su parte, la compañía destaca que en Perú su negocio sigue muy afectado «por el complicado entorno competitivo», habiendo registrado un récord de portabilidades en el segmento móvil durante el segundo trimestre. De igual modo, su ebitda en el país ha caído un 34,4% interanual en el segundo trimestre del año.

La venta de su filial colombiana abre la veda

El negocio de Telefónica en el continente americano pone de relieve que la estrategia del grupo pasa por desinvertir en el territorio. El anuncio de acuerdo con Millicom para vender su filial en Colombia, que opera bajo la marca Coltel, por unos 370 millones de euros, así lo demuestra.

Si bien no es la primera desinversión reciente en los últimos años, si es la que se espera se salde con la venta de la totalidad de la empresa. Anteriormente, Telefónica ya había dado entrada a KKR en su red de fibra de Chile y creó nuevas empresas de fibra en Perú y Colombia, donde KKR también entró como socio inversor ostentando participaciones del 64% y del 60%, respectivamente.

La compañía viene dejando caer en las últimas presentaciones que ha realizado que la venta de participaciones en su negocio latinoamericano es una opción que tienen en mente. Algo posible porque son sociedades separadas del core del negocio del grupo en el que se quiere centrar durante los próximos años. La venta de la filial colombiana abre la veda a futuras desinversiones totales.

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