Telefónica ante la entrada de STC: una consejera saudí, ampliación del consejo o salidas forzosas
STC confirma que alcanzar el 9,97% le da derecho a contar con un sillón en el máximo órgano de decisión de Telefónica
Telefónica encara una nueva etapa accionarial con la entrada definitiva de Saudi Telecom Company (STC) en su capital. La reciente aprobación del Gobierno para que el operador saudí alcance una participación del 9,97% también le da derecho a contar un sillón en el consejo de administración de la teleco española.
La complejidad del máximo órgano de decisión de la compañía puede dar lugar a una mujer consejera por parte de los saudíes, salidas anticipadas de algunos miembros con todavía mandato por delante e incluso a una ampliación del consejo para dar cabida a todas las posibles aspiraciones.
Aunque el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, aseguraba ayer durante un congreso de directivos en A Coruña desconocer los detalles de la decisión gubernamental, desde STC confirman que tienen derecho a nombrar un consejero según las condiciones pactadas.
Por su parte, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha dejado la puerta abierta a que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), que cuenta con un 10% del capital, aumente su peso en la teleco.
No obstante, ha declarado que aún es «muy pronto» para valorar la opción de aumentar su peso en la cotizada hasta un hipotético 12% que le de capacidad negociadora para introducir un segundo consejero.
El encaje de STC en Telefónica
El consejo de Telefónica está compuesto actualmente por 15 miembros. La Sepi tiene un consejero dominical, tras acceder al órgano Carlos Ocaña Orbis, mientras que Criteria, el brazo inversor de La Caixa, cuenta con Isidro Fainé como vicepresidente del consejo y consejero dominical.
Ambas partes comparten equilibrio de fuerzas, controlando entre ambas el 20% de la empresa. Por su parte, BBVA mantiene a José María Abril como representante de sus intereses. José María Álvarez-Pallete y Ángel Vila, presidente y consejero delegado de Telefónica, figuran como consejeros ejecutivos del grupo.
Pero la clave está en los ocho independientes (José Javier Echenique, Peter Löscher, Verónica María Pascual, María Rotondo, Claudia Sender, Solange Sobral, Alejandro Reynal y Francisco Riberas) y en el consejero externo, Javier de Paz, cercano al Ejecutivo socialista.
Este último ha sido durante los últimos meses uno de los nombres en el foco para una posible salida, en caso de tener que dar encaje a nuevos representantes.
Pero cualquier movimiento en este sentido puede chocar con el código de buen gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que establece que debe haber un 50% de consejeros independientes.
Telefónica cumple actualmente con esta recomendación del regulador aún sumando un consejero de STC y eliminando a un independiente. No obstante, si el Estado o Criteria quieren ostentar un segundo sillón, el equilibrio se desvanecería.
También podría entrar en conflicto con la Ley de Paridad que ha tramitado el Gobierno, por la cual Telefónica tiene que contar mínimo con un 40% de mujeres en el consejo a partir de junio de 2025.
Las mujeres del consejo del operador azul representan sólo el 33%, ocupando 5 sillones de un total de 15. Por lo que no sería raro que el hueco a ocupar en el futuro por parte de la compañía saudí tenga el nombre de una mujer.
Algo en línea con la estrategia de Arabia Saudí de dar una imagen más abierta y de cambio al mundo occidental, mientras desembolsa miles de millones en inversiones a lo largo del globo.
Otro punto a destacar es que casi todos los miembros del consejo de Telefónica acaban su mandato en 2026, salvo Francisco Riberas, que finaliza en 2025. La entrada de STC en el órgano, por tanto, pueden dar lugar a salidas forzosas.
Para cuadrar los intereses de todos los accionistas sin trastocar el equilibrio de independientes y cumplir con las normas de igualdad de género gubernamentales, Telefónica también tiene la opción de ampliar el consejo de administración.
Así, la teleco puede incrementar el número de sillones hasta los 20 miembros, si bien el regulador recomienda un máximo de 15 miembros. En este punto chocaría con la CNMV y con su propio historial, pues hace dos años redujo de 17 a 15 los asientos del consejo. No obstante, la situación actual es muy diferente.
STC, vía de entrada a Europa
Más allá de los aspectos accionariales, la operación supone un paso importante para el operador en manos del fondo soberano saudí. Estar en el capital de Telefónica es para STC la vía de entrada a Europa y una importante oportunidad en América Latina.
Desde el Gobierno, por su pate, esperan que la operación sea fructífera y haga más grande a Telefónica, aprovechando las sinergias con STC y su dominio en Oriente Medio, según apuntan fuentes gubernamentales.
En cualquier caso, la compra se ha realizado bajo una serie de condiciones impuestas por el Ejecutivo español, que la firma árabe ha aceptado «de forma voluntaria», mostrándose colaborativos y comprensivos con la posición estratégica de Telefónica para España. Además, la aprobación conlleva una vocación de estabilidad y largo plazo para los intereses de la teleco.