Talgo afronta la OPA Húngara con una posible contraopa de origen español

Talgo se prepara para presentar el 7 de mayo sus resultados del primer trimestre de 2024, después de lo sucedido con la opa por parte del grupo húngaro Magyar Vagon, que no termina de convencer al Gobierno

Un tren de Talgo en la estación central de Bombay, en India. EFE/Divyakant Solanki

Un tren de Talgo en la estación central de Bombay, en India. EFE/Divyakant Solanki

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El próximo martes 7 de mayo, Talgo dará a conocer sus resultados del primer trimestre de 2024, en medio de la agitación provocada por una oferta pública de adquisición (OPA) por parte del conglomerado húngaro Magyar Vagon, que ha suscitado preocupación en el Gobierno. Además, se ha vislumbrado la posibilidad de una contraoferta respaldada por capital español y socios industriales.

Los datos a analizar se compararán con el desempeño del primer trimestre de 2023, cuando la empresa tecnológica y constructora de trenes española registró una ganancia de 2,4 millones de euros, una disminución del 29 % en comparación con el año anterior, a pesar de un aumento del 7 % en sus ingresos, que alcanzaron casi 127 millones de euros.

El crecimiento en la actividad industrial y la estabilidad en los ingresos del sector de mantenimiento fueron los principales impulsores de este aumento en la facturación. Sin embargo, el incremento en los gastos financieros y un impuesto de sociedades más elevado contribuyeron a la disminución de las ganancias, explicó la empresa.

Talgo reportó una ganancia de 12,24 millones de euros en 2023, casi diez veces más que los 1,44 millones obtenidos en 2022. Además, la cifra de negocios del grupo consolidado alcanzó los 652 millones de euros, un aumento del 39 % respecto al año anterior.

Al finalizar el año pasado, la cartera de pedidos de Talgo ascendía a 4.223 millones de euros, su nivel más alto hasta la fecha, impulsada principalmente por ampliaciones en contratos ya existentes. Cabe destacar que el 80 % de este negocio proviene del ámbito internacional.

Trenes Talgo en Uzbekistán. Foto EFE-Ignacio Ortega

En medio de un escenario lleno de incertidumbre, la oferta pública de adquisición (OPA) presentada por el grupo húngaro Magyar Vagon el pasado 4 de abril sigue su curso. Esta propuesta cuenta con el respaldo de los principales accionistas de Talgo, agrupados en Pegaso, donde figuran el fondo británico Trilantic, la familia Oriol, y Torreal, la firma de Juan Abelló, quienes poseen el 40 % de las acciones.

La empresa detrás de esta OPA está vinculada a un antiguo asesor del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y ha consolidado su presencia en el sector ferroviario mediante privatizaciones en Hungría.

En el núcleo de este consorcio se encuentran DJJ y András Tombor, quien fue consejero de asuntos de seguridad nacional durante el primer mandato de Orbán, entre 1998 y 2002.

La oferta del grupo húngaro asciende a cinco euros por acción, una cifra que la acción de Talgo no ha alcanzado desde que se anunció la oferta. Desde su debut en el mercado de valores el 6 de mayo de 2015, a 9,25 euros por acción, el valor de Talgo ha disminuido en más de la mitad, ocho veces más de lo que ha descendido en el mismo periodo el índice bursátil IBEX 35.

Esta OPA ha generado preocupación en el Gobierno español debido a la naturaleza estratégica del fabricante de trenes y a las posibles conexiones de los propietarios del grupo húngaro con el capital ruso, como señaló el ministro de Transportes, Óscar Puente.

El Gobierno analiza la operación en la Junta de Inversiones Exteriores

La decisión sobre la oferta pública de adquisición (OPA) de Talgo está en manos del Gobierno, que está evaluando la situación en la Junta de Inversiones Exteriores (JINVEX), bajo la dirección de la Secretaría de Estado de Comercio. Un informe detallado será presentado al Consejo de Ministros, el cual deberá autorizar o rechazar la OPA.

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, confirmó en una entrevista que están estudiando la operación, aunque no proporcionó más detalles al respecto.

Según informes de distintos medios, el Gobierno habría promovido una posible contraoferta, involucrando a socios industriales como Stadler, Caf, Alstom e incluso la sociedad estatal SEPI. Se especula que esta contraoferta podría contar con el respaldo financiero de Criteria, la división industrial de La Caixa. Sin embargo, ninguno de los implicados ha hecho declaraciones públicas al respecto.

Además, Talgo enfrenta una reclamación por parte de Renfe de una compensación de 116 millones de euros debido al retraso de más de tres años en la entrega de 30 trenes de alta velocidad S106, conocidos como Avril. Estos trenes, que empezaron a incorporarse a la flota a mediados de abril, están programados para prestar servicio entre Madrid y Galicia, así como en Asturias.

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