El grupo húngaro que quiere comprar Talgo asume que el ‘escudo antiopas’ será el mayor obstáculo
El grupo húngaro que analiza la compra de Talgo tendrá que contar con el visto bueno del Gobierno para llevar a cabo la operación.
El consorcio húngaro Ganz-Mavag Europe asume que el mayor obstáculo que tiene por delante para hacerse con la española Talgo será el conocido como ‘escudo antiopas‘, la potestad que tiene el Gobierno para limitar la inversión extranjera en empresas españolas.
Fuentes cercanas a la compañía consultadas por este diario señalan que la negociación con la banca española que ha financiado a Talgo, y que posee cláusulas de amortización en caso de cambio de control, van por buen camino, y que las conversaciones al respecto se iniciaron «hace unas semanas».
La postura del primer accionista de Talgo, el fondo Trilantic, con el 40%, es favorable a la oferta de cinco euros por acción que analizan los húngaros de Ganz-Mavag Europe sobre el fabricante español de trenes.
Las mismas fuentes consultadas, cercanas a Ganz-Mavag Europe, aseguran que el grupo húngaro ya ha contactado con «bancos europeos» para financiar la operación, además de contar con el apoyo del fondo público Corvinus International Investments, controlado por el primer ministro Víktor Orbán -el fondo participa en un 45% en el consorcio que analiza la OPA sobre Talgo-.
El grupo húngaro se compromete, de acuerdo a las fuentes consultadas, a mantener la sede de Talgo en España, así como la práctica totalidad de la plantilla y el actual equipo directivo.
El principal escollo para culminar la operación, consideran, es el político. El Real Decreto de Inversiones Extranjeras, publicado en el BOE el pasado 4 de julio, puede ser empleado por el Gobierno para impedir la operación o imponer determinadas medidas.
El Real Decreto, que entró en vigor el pasado mes de septiembre, trata de aclarar el régimen de suspensión de liberación de inversiones extranjeras directas aprobado con motivo de la pandemia. Pero el empleo que ha hecho del mismo el Gobierno ha arrojado confusión, aparentando cierta discrecionalidad en algunas decisiones.
En algunos casos, el Gobierno ha impuesto la medida de incorporar un socio español, como en Celsa o en ITP, multinacionales españolas en las que fondos extranjeros de inversión se han hecho con el control.
Los estrechos lazos que unen al conglomerado húngaro que quiere comprar Talgo con Viktor Orbán, y a este con Vladimir Putin, levantan las suficientes suspicacias como para que la operación sea examinada a fondo por la Administración española.
Para tratar de sortear este posible obstáculo, Ganz-Mavag Europe ha contratado como asesor legal al mayor despacho español, Garrigues. El martes el consorcio húngaro recibió el apoyo del ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjártó, quien se reunió con el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares en el Palacio de Viana, residencia oficial y de representación de los ministros de Asuntos Exteriores, en Madrid.