El Supremo corta en seco el intento del Ayuntamiento de Huelva de recuperar el Recreativo

El Tribunal Supremo ratifica la sentencia de hace un año que devuelve la propiedad del Recreativo de Huelva a su anterior presidente, Pablo Comas.

Pablo Comas, expresidente del Real Club Recreativo de Huelva.

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El Tribunal Supremo ha cortado en seco el intento del Ayuntamiento de Huelva de recuperar el Real Club Recreativo de Huelva, después de que hace un año ya, como publicó este periódico, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía fallara a favor del anterior presidente del club andaluz, Pablo Comas, que recuperó su propiedad.

La Sección de Admisión de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha acordado la inadmisión a trámite del recurso de casación preparado por la representación procesal del Ayuntamiento de Huelva contra la sentencia fechada hace un año del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.

El Supremo además impone el pago de las costas procesales al Ayuntamiento, que tendrá que pagar 1.500 euros a la sociedad de Pablo Comas, Gildoy España, y otros 500 euros en favor del Real Club Recreativo de Huelva.

La sentencia de hace un año del TSJA revocó la expropiación realizada por el Ayuntamiento en 2016, anulando el acuerdo de Junta de Gobierno que respaldó la necesidad de ocupación de las acciones del Recreativo de Huelva pertenecientes a Gildoy España. El fallo consideró desproporcionada la expropiación y señala la falta de diligencias en el proceso.

En 2016 el Ayuntamiento de Huelva (PSOE), con el apoyo de PP y Ciudadanos, expropió el Recreativo a Pablo Comas-Mata, quien lo había adquirido en 2012, cuando se encontraba en concurso de acreedores.

Jesús Vázquez, actual presidente del Recreativo de Huelva. Real Club Recreativo de Huelva.

Bajo la presidencia de Pablo Comas-Mata, el equipo rozó el ascenso a Primera División en la temporada 2013-2014, pero no pudo dejar atrás reclamaciones de pagos de Hacienda, y volvió a sumergirse en una situación crítica.

En 2015, el Recreativo bajó a Segunda B y para evitar la liquidación, Comas-Mata consiguió que el club fuera declarado Bien de Interés Cultural. Esa misma declaración sirvió para que el entonces alcalde Huelva, Gabriel Cruz Santana, pudiera expropiar el club, en una decisión inédita en el fútbol mundial, argumentando que se trataba de un bien público.

Comas-Mata sufrió la presentación de una querella criminal impulsada por un grupo de aficionados, que fue admitida a trámite y en la que Fiscalía llegó a pedir 18 años de cárcel contra el empresario.

En marzo de 2019, después de que el expresidente del club fuera condenado a tres años de cárcel, la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla le absolvió prácticamente de todos los cargos.

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