Suez (Agbar) estudia el interés de varios inversores por ser su caballero blanco
Bertrand Camus, consejero delegado de Suez, asegura que tiene posibles accionistas dispuestos a contraopar a Veolia
La cúpula de Suez, multinacional del negocio del agua propietaria de Agbar, no da por perdida la batalla contra Veolia. Esta empresa, competidora y poseedora del 29,9% de Suez, prevé lanzar una opa por el 100%, pero la dirección de la compañía está en contra y busca un plan B que parece empezar a visualizar.
El consejero delegado de la propietaria de Agbar, Bertrand Camus, aseguró que el grupo cuenta con el interés de varios inversores a largo plazo dispuestos a luchar contra Veolia por el control de la compañía, por lo que serían su caballero blanco en una lucha que se prevé larga y dura. Su nombre debería concretarse en el próximo consejo de administración.
“El universo de posibles inversores para soluciones alternativas es bastante amplio, porque Suez es una gran empresa que atrae inversores tanto nacionales como internacionales”, declaró Camus en una entrevista al diario económico francés Les Echos.
«Hay muchos inversores interesados en mirar el caso de Suez», asegura su consejero delegado, Bertrand Camus
El CEO del grupo de agua y servicios no concreta si se trata de algún fondo de inversión, como el francés Ardian, que ha aparecido en varias quinielas, o de otro tipo, pero sí insiste en que hay “muchos inversores interesados en mirar el caso de Suez”.
Camus culpó a Veolia de “hacer todo lo posible para frustrar la aparición de ofertas a mejores precios” y aseguró trabajar en beneficio de los accionistas de Suez, que esperan el máximo por sus participaciones. “Es nuestro deber trabajar en soluciones alternativas”, dijo.
Lo cierto es que el precio al que Veolia compró el 29,9% a la empresa pública Engie, de 18 euros por acción, que es el que ofrecerá en la opa, estaba muy por encima del valor en bolsa de Suez. De hecho, aunque la operación disparó el precio de la acción a niveles pre-coronavirus, sigue por debajo de lo pagado por Veolia, sobre los 16 euros.
Quizá por ello no se ha concretado todavía la alternativa, pese a que haya aparecido el nombre de fondos como Ardian y Amber. El consejero delegado de Suez explicó que la selección no es fácil pues buscan estabilidad con “una base de accionistas que apoye a la compañía en su plan estratégico, con una visión de largo plazo con grandes movimientos en los primeros cuatro años para reposicionar el grupo y acelerar su crecimiento”.
El plan estratégico de Suez prevé desinversiones por valor de 4.000 millones, que incluirían Agbar
El plan estratégico de Suez, ahora en el aire, prevé desinversiones por valor de 4.000 millones de euros, entre las que estaría la de Agbar. La empresa catalana, junto con La Caixa, accionista de Suez y antiguo propietario de la compañía del agua de Barcelona, llegó a encontrar dos fondos interesados en comprarla, pero el cambio de manos de Suez frustró la operación.
Ahora el presidente de La Caixa, Isidro Fainé, podría volver a recuperar la operación a cambio de apoyar la opa de Veolia. El directivo catalán salió del consejo de administración de Suez a finales de octubre para ganar tiempo y no verse en la guerra cruzada entre los directivos de la compañía y su primer accionista.
Veolia tiene prisa y la vía amistosa parece condenada al fracaso
La intención de Camus es presentar las opciones en el próximo consejo de administración para que pueda apostar por una y que esta tome cuerpo. Sabe que el culebrón durará meses, más de un año, pero las prisas de Veolia, que anunció la intención de presentar una opa en cuanto antes, le obligan a actuar con rapidez.
El gigante francés propietario del 29,9% de Suez aseguró que presentará una opa en cuanto el consejo de su participada se pronuncie a favor. Puso esa condición tras recibir presiones del Elíseo de buscar la vía amistosa, pero este camino parece tener poco futuro.
Las declaraciones de Camus a Les Echos dejan claro que la cúpula de Suez no está dispuesta a poner las cosas fáciles, por lo que es previsible que, si las alternativas se concretan, el consejo no dé el visto bueno a la opa de Veolia. En este caso, el primer accionista podría forzar una junta extraordinaria para cambiar la mayoría del consejo.