STC planea usar Telefónica para explorar el mercado de América Latina y su desarrollo tecnológico
A la espera del desembarco definitivo de los saudíes en el operador azul, poco a poco se van conociendo cuáles son las ideas que traen
Telefónica como banco de pruebas. La teleco saudí STC, que tiene la intención de hacerse con un hueco del 9,9% en el accionariado del operador azul -y convertirse así en el principal inversor-, tiene la aspiración de hacer negocios en América Latina. Para eso sabe quién puede ser el mejor mentor.
De momento, STC no ha remitido la documentación que debe enviar al Ministerio de Defensa para que dé el visto bueno a la operación. Aunque poco a poco se van conociendo detalles de este movimiento. Así, según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, la gran posición de Telefónica en Latam es uno de los motivos para esta inversión.
Brasil es la gran pica. Telefónica cuenta con más de 95 millones de accesos, así como servicios integrales de telecomunicaciones. Además, se trata de una división que fue valorada como esencial en el último ‘Plan Estratégico’. Así, a la espera de ver cómo queda encuadrada en en nuevo diseño que se hará el 8 de noviembre, se mantiene como un mercado fundamental.
Lo mismo sucede con Argentina, Chile, Perú o Uruguay. Regiones donde se han hecho desinversiones, pero en los que se mantiene presencia. Y, principalmente, mercado donde el desarrollo tecnológico de manera masiva está por llegar.
En este sentido, la otra joya de la corona, Telefónica Tech, erá clave en esta ecuación, y es otro de los motivos que tiene STC para hacer una apuesta tan elevada por el operador azul.
Y es que, en el próximo lustro, América Latina dará un vuelco a su posición actual. La entrada masiva del 5G, así como la incorporación de las tecnologías ‘cloud’, supondrán un negocio millonario del que Telefónica sabrá sacar partido.
Telefónica y las inversiones inteligentes
El hierro en manos de otros. Telefónica ha hecho desinversiones inteligentes en América Latina con respecto a las infraestructuras fijas. Con la entrada de socios, como KKR en Chile, le permite no tener dependencia financiera de los elementos de red y, por el contrario, centrarse en otras áreas de trabajo.
Esta situación, que es replicada en España con la entrada de un socio en la fibra rural, ofrece mayor músculo financiero y, sobre todo, menos apalancamiento a la hora de invertir.
Una operación lenta
Pese a todo, lo único claro por el momento es que la operación va más lenta de lo esperado. El primero en mover ficha debe ser STC. La compañía saudí de telecomunicaciones sabe que tiene que entregar documentación sobre sus intenciones en el operador español. Dicha información se la debe facilitar al Ministerio de Defensa.
En STC se limitan a decir que están preparando todo. Pero no aclaran, en concreto, qué es lo que les ha pedido el Gobierno español, si es que les ha pedido algo. Desde el propio Ministerio de Defensa, de forma oficial, tampoco dicen nada. Se limitan a explicar que la empresa saudí tiene que presentarles los planes con respecto a esa toma del 9,9% de Telefónica.
Es decir, en estos momentos ya poseen el 4,9%. Hasta aquí no habría problemas por parte de nadie. Sin embargo, y bajo la ley antiopas española, en cuestiones que afecten a la defensa nacional, y éste es el caso, se debe analizar por parte del Ejecutivo.
El análisis queda en manos del Ministerio de Defensa, el Ministerio de Industria y el Ministerio de Asuntos Económicos. Además, posteriormente debe ser ratificado en Consejo de Ministros. Sin embargo, nadie aclara qué tipo de documentación deben presentar, en qué plazos, y posteriormente de qué servirá la respuesta. Mientras, Telefónica sigue a la espera con algunas cuestiones importantes abierta como la presentación de su Plan Estratégico el 8 de noviembre.
Y, por último, en este escenario que se desarrolla en torno al accionariado de Telefónica, Bloomberg publicó hace unos días que el Gobierno estudia imponer una serie de condiciones como las que obligó a cumplir al fondo IFM en su entrada en Naturgy.
Pero el Gobierno, en una nueva vuelta de tuerca, insiste en que no está haciendo nada. Concluye que es STC quien tiene que enviar primero la documentación que nadie concreta. Sobre la información publicada por Bloomberg, supuestamente el Ejecutivo exigirá cosas que, en estos momentos, ni siquiera se sabe si está entre las peticiones de los saudíes.
Así, el Ejecutivo ya estaría trabajando en un documento genérico que impondría a STC con cuestiones relativamente vagas y que, en ningún caso, parece que interesaría a los saudíes. Pero, en todo caso, nadie sabe nada. Algo que mantiene a Telefónica a la espera. Una situación que, al principio, vino bien en Bolsa, y que empieza a diluirse.