La caída de los precios eléctricos y los tipos elevados deja a Solaria en mínimos desde su llegada al Ibex
Las empresas renovables viven un momento de inquietud por el contexto económico, y eso afecta a sus valoraciones que pueden provocar el apetito comprador por parte de los fondos
Solaria ha caído un 38% en el Ibex 35 durante el último año. El castigo viene provocado por la incertidumbre que generan los bajos precios de la electricidad y unos elevados tipos de interés en un contexto de necesidad inversora. Ahora se suma que los fondos pueden aprovechar estos momentos bajistas para salir de compras.
La empresa dirigida por Arturo Díaz-Tejeiro ha condensado en las últimas 48 horas el estado de ánimo de la compañía desde que en enero de 2021 tocó máximos históricos con la cotización a 26,76 €/título, hasta que el propio CEO de la renovable tuviera que invertir casi un millón de euros para demostrar confianza en la firma estando en mínimos a 10,05€; y terminase —como otras empresas del sector— amenazada por ecos de opa.
Los analistas consultados sobre la situación de Solaria son claros sobre los motivos que han llevado a la compañía a dejarse 2.000 M€ en la Bolsa desde 2021. Y en estos momentos, desde que empezase a cotizar en el Ibex 35 (octubre de 2020), la compañía está en mínimos.
«Después del boom debido a los procesos de descarbonización implementado por la UE, los últimos dos años han sido realmente difíciles, con un aumento de tipos de interés que dificultaba el acceso a financiación para estas empresas», explica Diego Morín de IG.
Señala que «si bien es cierto que Solaria podría “levantar” cabeza a medida que los bancos centrales recorten tipos de interés (no espero bajadas en el primer semestre), el castigo en estos valores podría continuar de intensificarse los problemas con el bloqueo de China, por lo que, pese a ser una empresa que pueda estar infravalorada, después de la debacle durante el 2023, las guías para este año han mejorado gracias al mejor desempeño de las cadenas de suministro y a la esperanza (si llegan) de los recortes de tasas de interés, esto le puede permitir mejor ahorro en costes».
Pero la realidad es dura. El analista de XTB, Joaquín Robles, asume que «esta pérdida de valor se debe a la caída de los precios, la subida de los tipos de interés y la menor inversión en proyectos renovables».
La receta es clara. «En primer lugar, el exceso de oferta en el mercado del gas, unido a las altas temperaturas ha alejado los temores sobre nuevos problemas en el suministro. Por otro lado, los altos tipos de interés han recortado los márgenes, este tipo de compañías son muy intensivas en capital y necesitan una gran financiación».
Añade el analista que «su elevado endeudamiento también las hace más vulnerables en este entorno de tipos [Solaria se acerca a los 1.000 M€]. Por último, las grandes perspectivas sobre el gasto en transición energética no han cumplido con las expectativas y de hecho grandes energéticas están adoptando una postura más prudente y solo realizando las inversiones con mayor retorno».
Y de repente la opa
Con la acción en mínimos, este jueves el sector renovable ha vivido un auténtico tsunami que refleja el interés que puede haber por parte de los fondos de inversión de entrar en estas compañías.
KKR ha presentado una opa para tomar el control del grupo de renovables alemán Encavis, que valora la compañía en unos 2.800 M€. Esto ha provocado un calentón en el valor de muchas empresas renovables, aunque al cierre de mercado se suavizó.
Según explican fuentes del sector a ECONOMÍA DIGITAL, ese rebote en Bolsa se debe a que los inversores entienden que estas empresas castigadas durante dos años en los mercados, y con este contexto económico tan complicado, es difícil que generen valor de forma inmediata. Por tanto, se trata de potenciales compañías ‘opables’.