Actualizado
El sector del juego deja atrás la pandemia: el 85,5% de los españoles juegan en 2023
El año pasado jugaron cerca de 30 millones de personas, según el estudio 'Juego y sociedad 2024' presentado por el Consejo Empresarial del Juego (CeJuego)
El 85,5% de los españoles con una edad comprendida entre los 18 y los 75 años jugaron el año pasado, un porcentaje que se traduce en 29,6 millones de personas. Así se desprende de los datos recogidos en el estudio ‘Juego y sociedad 2024’, que el Consejo Empresarial del Juego (CeJuego) ha presentado en el Casino de Barcelona.
El doctor en sociología José Antonio Gómez Yáñez ha explicado que tras experimentar una caída a raíz de la crisis económica de 2008, el sector comenzó a recuperarse parcialmente en 2014. La pandemia volvió a ocasionar un desplome, que provocó que la participación de los españoles en juegos descendiera desde el 85% en 2019 hasta el 80,9% en 2020.
Desde entonces, el sector se ha ido recuperando paulatinamente. «Cuando no hay crisis como la del 2008 o la causada por el coronavirus, se aprecia una estabilidad en los patrones del juego, porque a quienes les gusta jugar, lo hacen con regularidad», ha explicado.
El Director general de Cejuego, Alejandro Landaluce, también ha subrayado la incidencia de las crisis económicas en el sector «El juego sufre más que otros sectores y le cuesta más recuperarse», ha destacado antes de ahondar: «Cuando se está económicamente bien, se juega, pero cuando hay una crisis es lo primero de que se prescinde».
El juego, una actividad «habitual»
El informe concluye que el juego es una de las actividades más habituales en el ocio de los residentes. Casi 30 millones de personas jugaron a juegos de ilusión, un término que hace referencia a los juegos en los que es necesario adquirir un boleto, como la lotería nacional o los boletos de la ONCE. En los juegos de entretenimiento, aquellos que forman parte del ocio y de los cuales es necesario conocer sus reglas, como el Póker o las apuestas deportivas, participaron 6,3 millones de españoles.
El estudio también desmonta uno de los mitos más extendidos. Concretamente, subraya que quienes tienen problemas económicos participan únicamente en los juegos en los que se disputan grandes premios, como el Sorteo Extraordinario de Navidad o El Niño, pero «no acuden al bingo o el casino». El motivo, explica Gómez, es que creen que si consiguen uno de los boletos agraciados podrán solucionar sus problemas.
Perfil de los jugadores
Entre el abanico de modalidades de juego que existe en España, la Lotería de Navidad es la más popular, con una participación de cerca del 75% el año pasado. Gómez ha explicado que para los españoles este sorteo no se considera un juego, sino una tradición y una forma de entablar relaciones.
En el caso de las quinielas y las apuestas deportivas, tanto presenciales como online, juegan mayoritariamente hombres con una edad media de 32 años y 43 años, respectivamente.
Mientras que en los juegos de entretenimiento predominan los participantes de menos de 35 años y en los rascas de la ONCE, quienes tienen una edad inferior a 25 años, los jugadores del bingo presentan una edad media «elevada».
Espiral del silencio
Los datos evidencian el impacto de la presión de la opinión pública a las personas que juegan a algunos juegos. En las encuestas realizadas, se ha detectado una espiral del silencio, un concepto que hace referencia a la infrarepresentación de algunos jugadores, que optan por no revelar que juegan para evadir polémicas.
El comportamiento se ha detectado especialmente en las personas que echan monedas en las máquinas recreativas en la hostelería, pero también a quienes participan en las apuestas. «Quienes juegan a ciertos juegos perciben que socialmente no están bien vistos, por lo que prefieren no participar en las conversaciones», ha enfatizado Gómez.
Descenso del juego problemático
Destaca el descenso experimentado por el juego problemático, que se ha recortado hasta el 0,2% de la población. De esta manera, España se mantiene como uno de los países con las menores tasas y sigue la estela del resto de regiones de Europa Occidental, con porcentajes situados por debajo del 0,5%.
Si se pone el foco sobre el juego problemático diagnosticado, se pone de manifiesto que el 0,017% de la población española está en tratamiento por este motivo. Además, solo uno de cada diez casos se presenta de forma independiente, puesto que habitualmente los problemas del juego representan la desembocadura de un conjunto de problemas psicológicos y familiares.
Más de 80.000 puestos de trabajo directos
A lo largo de la presentación, también se han dado a conocer los datos del ‘Anuario del Juego en España 2023’, en el que se desgrana que el sector representa el 0,74% del Producto Interior Bruto (PIB) español, lo que supone 11.045 millones de euros. De esta cifra, el juego de entretenimiento genera 5.897 millones de euros, es decir, el 0,40% de la economía española.
El sector del juego aportó durante el año pasado 1.240 millones de euros en impuestos y tasas sobre el juego del Estado y de las comunidades sobre las empresas. Más allá de generar 80.000 empleos directos y 175.000 puestos de trabajo indirectos, existe una elevada presencia femenina en los puestos de trabajo de atención al público, ya que el 65% de los mismos son mujeres.