Scytl, encargada del polémico escrutinio de las elecciones de mayo de 2019, entra en concurso de acreedores
ISE compró la empresa catalana especializada en la digitalización de procesos electorales en 2020, después que solicitara su liquidación al juez por primera vez
Scytl vuelve a entrar en concurso de acreedores. La empresa que aspiraba a rivalizar con Indra en la gestiĂłn de procesos electorales y que protagonizĂł el polĂ©mico escrutinio de los comicios celebrados el 26 de mayo de 2019 ha solicitado al Juzgado Mercantil de Barcelona su liquidaciĂłn voluntaria ante la «imposibilidad de la compañĂa de hacer frente a sus necesidades corrientes y dar continuidad su negocio».
SegĂşn la notificaciĂłn remitida por su sociedad matriz Innovative Solutions Ecosystem a la ComisiĂłn Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañĂa tecnolĂłgica catalana decidiĂł entrar en concurso como consecuencia de las «continuas pĂ©rdidas operativas y la falta de recursos para financiar su capital circulante, al no haber logrado obtener fuentes de financiaciĂłn o inversiĂłn alternativas».
Scytl ya presentĂł un concurso de acreedores en 2020, tras no poder hacer frente al pago de unas deudas que alcanzaban en ese momento los 75 millones de euros. Con una facturaciĂłn de 15 millones de euros y ante la imposibilidad de hacer rentable el negocio, los entonces accionistas de la empresa decidieron solicitar su liquidaciĂłn con el objetivo de preservar los activos y conseguir atraer a un vendedor.
ISE comprĂł Scytl en 2020
De hecho, acompañaron la solicitud de concurso con una oferta vinculante del fondo estadounidense Sandton Capital. Finalmente, fue la compañĂa Service Point Solutions, del grupo irlandĂ©s Paragon y posteriormente rebautizada como Innovative Solutions Ecosystem (ISE), quien adquiriĂł la empresa especializada en al digitalizaciĂłn de los procesos electorales.
ISE planteĂł un plan de viabilidad para reimpulsar la compañĂa con el objetivo de aumentar las ventas un 16% en cinco años, apostando por la modernizaciĂłn de los procesos electorales y toda una serie de productos destinados a su digitalizaciĂłn, segĂşn figura en las cuentas anuales del año 2022, las Ăşltimas disponibles. Ese año, Scytl y el resto de filiales tecnolĂłgicas facturaron 6,6 millones de euros y anotaron un resultado de explotaciĂłn negativo de 4,6 millones de euros.
La antigua Service Point y sus accionistas mantuvieron la apuesta por la compañĂa catalana al menos hasta junio de 2023, cuando el consejo de la empresa y Paragon llegaron a un acuerdo para restablecer el patrimonio neto de Scytl, cuyos fondos propios negativos alcanzaban los 3,4 millones de euros. La tecnolĂłgica, además, debĂa 7 millones de euros a sus nuevos accionistas, que le condonaron la mitad del importe, manteniendo un crĂ©dito no corriente de 3,5 millones de euros.
Finalmente, ante la imposibilidad de reflotar los resultados y de conseguir fondos suficiente para financiarse, ISE no ha tenido otra que solicitar la liquidación de la empresa que compró hace menos de cuatro años. Por su parte, la matriz continuará operando y espera presentar «la información financiera regulada con el fin de levantar la suspensión de cotización de sus acciones», suspendida precisamente por la «retención de información privilegiada».
La promesa del voto electrónico, salpicada por la polémica
Fundada en 2001, Scytl aspiraba a competir con grandes del sector, especialmente Indra en España, llegando a rozar los 40 millones de euros en facturación, pero las cuentas nunca llegaron a cuadrar.
En 2019, un año antes de entrar en concurso por primera vez, la compañĂa saltĂł a los titulares despuĂ©s de encadenar varias polĂ©micas por su gestiĂłn en procesos electorales, algo que acabĂł de empañar su futuro. La primera llegĂł con las cuestionadas elecciones a la Cambra de Comerç de Barcelona, que fueron impugnadas por el juez despuĂ©s que irregularidades con el voto electrĂłnico provocaran la anulaciĂłn de 700 votos.
El segundo fiasco llegĂł con las elecciones municipales y europeas del año 2019. Los resultados del escrutinio tardaron dĂas en confirmarse, dado que la web oficial del recuento de votos operada por la catalana sufriĂł errores que dificultaron el trasvase de datos.