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Sapa toma el control en Tess Defence ante la inminente opa de Indra
Indra ha alcanzado un principio de acuerdo sobre el precio y número de acciones que comprará a Sapa, Escribano y Santa Barbara en Tess y solo debe aprobarlo el próximo Consejo de Administración de la Ibex
Movimientos en Tess Defence a las puertas de la gran opa que va a ejecutar Indra sobre sus accionistas. La gran contratista militar acaba de anotar algunas modificaciones de gobernanza en el Registro Mercantil, una de las cuales afecta a la presidencia de la compañía, en un momento de máxima tensión tanto por la inminente venta de paquetes accionariales sobre la Ibex semipública que preside Marc Murtra, como por la colosal crisis sobre los retrasos en la entrega al Gobierno de los blindados VCR 8×8 Dragon, valorados en 2.000 millones de euros, tal y como avanzó en exclusiva ECONOMÍA DIGITAL. Está previsto que transacción se apruebe hoy.
La presidencia de Tess Defence recae desde este octubre en Ibon Aperribay Bedialauneta, vicepresidente de Sapa y representante de la empresa armamentística vasca en el consorcio industrial fomentado por la ministra de Defensa, Margarita Robles, para convertirse en el gran fabricante militar. El miembro de los Aperribay sustituye así a quien ahora mantenía la presidencias, Santa Barbara Sistemas, la filial española del gigante estadounidense General Dynamics, según consta en los datos extraídos de la plataforma Insight View.
Opa de Indra en Tess Defence
Tanto Santa Barbara com Sapa son accionistas con porcentaje muy similar en el consorcio Tess Defence, junto a la tecnológica Indra y la empresa industrial madrileña Escribano. Los cuatro accionistas lo son a partes prácticamente iguales en el consorcio Tess, un instrumento creado hace cuatro años por indicación del Ministerio de Defensa a cambio de recibir importantes contratos militares, como es el caso de los blindados 8×8 VCR Dragon.
Sin embargo, esta alianza ha sufrido un desgaste importante en los últimos años, principalmente por los movimientos accionariales experimentados por la mayoría de sus socios y que han desembocado en la inminente compra de Indra de un paquete cercano al 25% en Tess a Santa Barbara, Sapa y Escribano, para poder consolidar el negocio de Tess en la empresa del Ibex.
El consorcio se creó en 2020 para fabricar los nuevos blindados terrestres encargados por el ministerio de Defensa de Margarita Robles, el primero de una serie de contratos milmillonarios. Se decidió que los encargados de fabricar las distintas piezas del vehículo, se integraran casi a partes iguales en el consorcio. Entonces eran sociedades independientes, pero un año más tarde, iniciaron movimientos importante de desembarco en Indra tanto Sapa primero como Escribano después, operaciones instigadas tanto por el Gobierno central como el vasco para que Indra se convierta poco a poco en un campeón nacional de Defensa (fabricante militar local) y dejara atrás intereses más tecnológicos.
Estos procesos han llevado a que tres de los integrantes de Tess Defence estén atados por un vínculo accionarial previo a través de Indra, siendo Santa Barbara pieza aislada en esta operación. Aunque la presidencia de Tess es rotatoria, y el cambio recientemente registrado responde a una cuestión de calendario, este tiene lugar en un momento muy delicado. Después de duras negociaciones en los últimos seis meses, Indra ha alcanzado un principio de acuerdo sobre el paquete accionarial (y su precio) a Escribano, Sapa y Santa Barbara, que debe ser aprobado en último término por el Consejo de Administración de Indra y que tendrá lugar en las próximas semanas.
El papel de Sapa en los blindados de Tess
El cambio de presidencia en Tess en favor ahora de Sapa ocurre precisamente cuando algunas voces en la industria señalan al fabricante vasco como responsable importante del retraso en la entrega de los blindados. Sapa se encarga del grupo motopropulsor (transmisión y motor), y son estas piezas precisamente las que, según las mismas fuentes, están tardando en entregarse.
Ello ha supuesto que el número de vehículos de este contrato que iba a entregarse en 2024, algo más de 90 unidades, vaya a quedar reducido en apenas una veintena. El retardo, el enésimo en la hoja de ruta de Tess Defence, ha provocado el enfado de Margarita Robles y el ultimátum de exigir un nuevo calendario de fabricación ante los rumores de cancelación del programa.