Santander desafía el impuesto a la banca: ‘Ya pagamos lo suficiente’
El banco liderado por Ana Botín alerta sobre los efectos negativos del gravamen a la banca, cuestionando su estructura y viabilidad a largo plazo
El Banco Santander ha logrado un beneficio récord de 9.309 millones de euros en los primeros nueve meses de 2024, un crecimiento del 14% respecto al año pasado. Sin embargo, el éxito financiero de la entidad se ve empañado por la incertidumbre sobre el futuro del impuesto a la banca, una medida que el consejero delegado, Héctor Grisi, no ha dudado en cuestionar. A pesar de los buenos resultados, el ejecutivo se mostró firme al afirmar que los bancos ya pagan suficientes impuestos y rechazó la idea de que este gravamen se convierta en permanente.
Por otro lado, Grisi no descartó la posibilidad de tomar medidas drásticas si el impuesto sobre los ingresos del sector se mantuviera. Aunque recalcó que no existe una intención de abandonar el mercado español, dejó claro que el banco está dispuesto a tomar las decisiones que considere necesarias si el gravamen se convierte en una carga permanente. Esta postura refleja el creciente malestar del sector bancario frente a las políticas fiscales que, según argumentan, podrían frenar la inversión y el crédito en España.
El impacto del impuesto a la banca
El impuesto temporal a la banca ha generado un importante debate en el sector. Según Héctor Grisi, este tipo de gravamen está mal diseñado y podría afectar seriamente a la capacidad de los bancos para otorgar crédito. «Nos va a golpear», advirtió Grisi, señalando que en un ciclo económico negativo este impuesto podría reducir la disponibilidad de crédito en hasta 50.000 millones de euros.
«Muchas veces se toman decisiones y no sé qué pasará si viene un ciclo de crisis y cómo puede afectar»
Héctor Grisi, CEO de Banco Santander
Además, el consejero delegado destacó que la estructura del impuesto discrimina a las entidades financieras en comparación con otros países, lo que coloca a España en desventaja frente a otros mercados internacionales.
A pesar de las críticas al impuesto, el Banco Santander ha mostrado su disposición al diálogo con el Gobierno español. Héctor Grisi subrayó que el banco siempre está dispuesto a sentarse a la mesa para explicar cómo estas políticas afectan al crédito y a la economía. «Encantados de tener diálogo con el Gobierno», afirmó, abriendo una puerta a posibles negociaciones para revisar el impacto del gravamen a la banca y evitar que sea permanente.
Resultados financieros récord
Incluso enfrentando estas incertidumbres fiscales, el Banco Santander presentó unos resultados financieros sobresalientes. Durante los primeros nueve meses del año, el margen de intereses creció un 8%, alcanzando los 34.682 millones de euros, mientras que los ingresos por comisiones aumentaron un 5%, hasta los 9.666 millones.
Este gran desempeño se atribuye a la estrategia del Banco Santander para seguir consolidando su plan de transformación digital y expansión internacional. Según Ana Botín, presidenta del grupo, la entidad ha logrado un “fuerte crecimiento de los ingresos” gracias a la diversificación de su modelo de negocio y su enfoque en el sector minorista y de consumo. Durante este periodo, el banco aumentó en cinco millones su base de clientes, consolidando su liderazgo en varios mercados clave, como América Latina y Europa.
En cuanto a la calidad crediticia, el banco destacó su solidez, lo que se refleja en una tasa fiscal efectiva del 29% y un aumento del 13% en el impuesto sobre beneficios, que ascendió a 4.246 millones de euros. Estos números reflejan, según Grisi, la «resiliencia del negocio» y la capacidad del Santander para generar ingresos sostenibles y menos volátiles que sus competidores.
Las hipotecas y el mercado de crédito
Otra de las áreas en las que Grisi expresó su preocupación fue en relación con las propuestas de Sumar sobre las hipotecas. El consejero delegado opinó que la intervención en un mercado que actualmente está funcionando bien podría tener efectos destructivos. En este sentido, el Banco Santander apunta que su propia opción de hipoteca mixta, con una tasa del 1,75%, contrasta con el tipo de bono a 10 años, cuyo tipo alcanza el 3%.
A medida que avanzan los próximos meses, será clave ver cómo el Gobierno y el sector bancario gestionan este tema y qué medidas se adoptan para asegurar la estabilidad financiera en el país.