Santander evita provisionar por la investigación sobre la financiación de coches y Lloyds reserva 526 millones
Mientras que Lloyds ha decidido provisionar 526 millones, Santander considera que ahora el impacto en su negocio es impredecible.
Lloyds ha provisionado en sus cuentas de 2023, consultadas por este diario, 450 millones de libras (526 millones de euros) por las consecuencias que pudieran derivarse de la investigación en marcha en Reino Unido sobre la financiación de compra de automóviles usados.
Mientras que el banco británico ha decidido provisionar dicha cantidad por el riesgo que entraña la investigación iniciada por el regulador del mercado financiero en Reino Unido, Santander -uno de los líderes mundiales del sector- no ha destinado un euro.
Como publicó este periódico el pasado día 5 de febrero, el regulador británico, FCA, investiga si Santander UK y otras entidades financieras deben compensar a cientos de miles de clientes a los que se les financió la compra de un coche usado en los últimos años, por comisiones abusivas.
El Defensor del Cliente Financiero de Reino Unido advierte que ha escuchado a más de 10.000 personas que piensan que se le ha cobrado más en la financiación obtenida para comprar un coche usado
La FCA ha comunicado este año que ha habido «un gran número de quejas de clientes de empresas de financiación de automóviles reclamando una compensación (…)». Las entidades, señala el regulador, «rechazan la mayoría de las quejas porque consideran que no han actuado de manera injusta ni han causado pérdidas a sus clientes (…)».
El pasado mes de enero el organismo británico informó que el Defensor Financiero del Cliente (FOS, sus siglas en inglés), había fallado recientemente a favor de los demandantes en dos casos, y que es «probable» que ahora esto «provoque un aumento significativo de las quejas de los consumidores«.
Los dos asuntos en los que el FOS ha fallado a favor de los demandantes afectan a filiales de Lloyds y de Barclays dedicadas a la financiación de compra de automóviles.
En sus cuentas de 2023, Lloyds explica que, tras las decisiones del FOS y del anuncio de la FCA, ha decidido provisionar 450 millones de libras, cantidad que contempla los costes legales y «estimaciones para posibles indemnizaciones«.
El banco añade que, no obstante, existen «importantes incertidumbres» sobre el asunto. «Por lo tanto, el impacto financiero final podría diferir materialmente del monto provisionado, siendo más elevado o más bajo».
Santander, con una exposición al mercado de financiación de automóviles de 160.000 millones de euros, que afronta también demandas en los tribunales por la financiación de coches, explica en sus últimas cuentas que, en la actualidad, no es posible anticipar acontecimiento alguno y que es «imposible estimar un impacto económico«.
La filial del banco español Santander Consumer UK (SCUK) «ha recibido una serie de reclamaciones y quejas ante tribunales (…)», admite el banco en sus cuentas presentadas en Estados Unidos.
Tras el anuncio de la investigación por parte de la FCA del pasado mes de enero, el banco, como el resto del sector en Reino Unido, ha dejado en suspenso las respuestas ofrecidas a los clientes, al menos hasta el próximo 20 de noviembre.
«Se ha presentado una demanda contra SCUK y otros en el Tribunal de Apelación de Competencia», señala el banco español, «alegando que los acuerdos de comisiones de SCUK con respecto a la financiación de automóviles usados opera en violación de la Ley de Competencia de 1998».
«Si bien es posible que se incurra en ciertos cargos en relación con reclamaciones y quejas existentes o futuros», indica Santander, «no se considera que se haya incurrido en la obligación legal de reconocer una provisión en este momento«.
La entidad sostiene que no es posible «predecir con certeza la resolución de tales asuntos y persisten importantes incertidumbres (…) que hacen impracticable revelar el alcance de cualquier posible futuro impacto».
Abby Thomas, la directora del Defensor del Cliente Financiero en Reino Unido, declaró el pasado 11 de enero: «Cuando las personas obtienen un préstamo para un automóvil, es imperativo que reciban un trato justo y que las implicaciones financieras sean totalmente transparentes».
«Por desgracia», añadió, «no es siempre el caso». Y advirtió que el organismo había escuchado «a más de 10.000 personas que temen que les hayan cobrado demasiado, y sabemos que muchas más están esperando».