Sacyr espera conseguir más de 1.850 millones en el arbitraje contra Panamá por el canal

Sacyr espera lograr hasta 2.000 millones de dólares, una cifra que equivale a 1.853,16 millones de euros en el proceso arbitral iniciado en Estados Unidos al amparo del acuerdo de protección de la inversión recíproca entre España y Panamá. La compañía y el país latinoamericano se encontrarán el próximo lunes, 17 de junio, en una vista oral en el marco del proceso.

Tras la negativa por parte del Tribunal Supremo de Estados Unidos a admitir el recurso interpuesto por el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), del que forma parte la constructora, contra los laudos que le condenaron a desembolsar en torno a 250 millones de euros a la Administración del Canal de Panamá (ACP), el grupo mantiene abierto en solitario en Washington otro proceso paralelo contra Panamá.

El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, en el transcurso de la junta de accionistas ha destacado que la empresa tiene «más ilusión» en el proceso, al que acude en solitario y no junto a su socios en el consorcio encargado de los trabajos de construcción necesarios para ampliar el canal de Panamá.

En el caso de que se acabe dando la razón a Sacyr tendrá lugar un proceso posterior para establecer exactamente la cantidad objeto de disputa. La previsión es que la decisión se tome durante el primer trimestre del próximo año.

Manrique también ha explicado que quedan más de 3.000 millones de euros en resolución que siguen su curso. Si bien ha trasladado el pesimismo del grupo al respecto, ha destacado que tiene todo provisionado en las cuentas, por lo que no se producirá ningún impacto en ellas.

Cabe recordar que tanto Sacyr como sus socios concluyeron en junio de 3016 el tercer juego de esclusas del canal de Panamá, que conllevó una inversión de 3.380 millones de euros. GUPC, donde la constructora participa con un 41,6%, logró la adjudicación en 2009 del contrato para diseñar y construir las nuevas esclusas.

A pesar de que el importe inicial era de 2.740 millones de euros, el coste final acabó disparándose, una situación que desencadenó las reclamaciones mencionadas.