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Sabadell y BBVA coinciden en plena opa en rechazar las pretensiones financieras de Grifols
BBVA y Sabadell rechazan las pretensiones de los Grifols de alargar cinco años el periodo de vencimiento de una deuda de 400 millones de Scranton Enterprises.
Sabadell y BBVA, enfrentados por la opa hostil lanzada por el banco presidido por Carlos Torres sobre el catalán, coinciden en cerrar el grifo a la familia Grifols si no cambian sus pretensiones de refinanciación de la empresa asociada al grupo farmacéutico Scranton Enterprises.
Las dos entidades forman parte del grupo de bancos con 400 millones de euros de deuda de la sociedad holandesa de los Grifols, Sabadell con unos 20 millones y BBVA con entre 40 y 50 millones, de acuerdo a fuentes conocedoras de las negociaciones. Caixabank, según las mismas fuentes, sería el banco español con más deuda asociada a Scranton Enterprises, además de otros bancos extranjeros.
Como publicó el jueves El Confidencial, los bancos españoles se han opuesto a extender cinco años el periodo de pago de la deuda, que vence próximamente.
«Han pedido un waiver de cinco años y a eso les hemos dicho que no«, indicaron a este diario fuentes cercanas a los bancos acreedores. «No vemos que haya una gestión sensata, llegan a última hora con propuestas que no son asumibles», lamentaron.
«Grifols es una gran compañía», advirtieron, «tiene gran potencial, pero la gestión no termina por convencer». Las mismas fuentes señalaron que la empresa tiene hasta mediados de julio para presentar una propuesta de refinanciación «sensata».
Las dudas sobre las vinculaciones entre Scranton y Grifols son uno de los argumentos empleados por el fondo Gotham City en su cruzada contra la compañía con sede en Barcelona.
Gotham acusa a la multinacional catalana de manipular sus cuentas para engordar su ebitda y rebajar su apalancamiento, en tres informes que ya ha publicado en su web, y sostiene que el valor de sus acciones debería ser cero.
El pasado mes de enero Grifols explicó que Scranton, que posee el 8% del capital del grupo, es una empresa ubicada en Países Bajos compuesta por 22 inversores y que tres de ellos pertenecen a la familia Grífols. Las explicaciones sin embargo no convencieron al mercado.
Sobre la relación operativa entre ambas empresas, Grifols aseguró que no existen vinculaciones más allá del alquiler de la sede central del grupo en Sant Cugat del Vallés, y de los contratos con BPC (Biotest US Corporation) y Haema, los dos proveedores de plasma propiedad de la firma inversora que Gotham también ha puesto en su punto de mira.
Grifols compró ambas compañías en 2018, para posteriormente venderlas a Scranton por el mismo precio. Las dudas mostradas por Gotham City sobre la operativa del grupo catalán contrastan con las auditorías de la empresa firmadas por KPMG, sin salvedad alguna durante 20 años.
El jueves la multinacional farmacéutica envió un comunicado a la CNMV tras cerrar la sesión con una caída del 12,2%, por las dudas generadas sobre la refinanciación de Scranton y de que Moody’s rebajara la calificación crediticia de la empresa.
La compañía aseguró en su comunicado al regulador del mercado que Grifols «es una entidad completamente separada de Scranton, y ninguno de los pasivos de Scranton están consolidados en el grupo». También subrayó que pagará «en su totalidad los vencimientos de deuda de 2025, sin dejar ningún crédito adicional».