Los maquinistas amenazan con nuevas huelgas por el traspaso de Rodalies
El sindicato de maquinistas amenaza con medidas de fuerza porque el Ministerio no les ha confirmado que mantendrá la integridad de Renfe y Adif
El Sindicato Español de Maquinistas Ferroviarios (SEMAF) ha intensificado su postura de confrontación ante la inminencia de una huelga, motivado por los planes del Gobierno y la Generalitat de Cataluña «para dividir tanto Renfe como Adif», con el propósito de traspasar el servicio de Rodalies.
Este proceso de separación, que implica la creación de una nueva entidad receptora de los trabajadores, contradice el compromiso previamente expresado por el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente durante conversaciones con los sindicatos el mes pasado, recordaron en el sindicato, lo cual evitó una huelga masiva en el sector del transporte.
En la reunión de este viernes, los representantes sindicales de ambas empresas estatales se encontraron con funcionarios del Ministerio y la Generalitat para establecer un grupo de trabajo dedicado a las relaciones laborales, como parte del proceso de traspaso de Rodalies, que se ha dividido en siete grupos.
Falta de precisiones
SEMAF ha afirmado que durante la reunión, los representantes gubernamentales se han negado a especificar las funciones del grupo de trabajo y han demostrado «una falta de voluntad para acordar soluciones» propuestas por los representantes laborales.
El compromiso previo del ministro, contenido en el acuerdo firmado el 23 de noviembre, garantizaba «la integridad del Grupo Renfe y Adif, manteniendo sus plantillas y operaciones, tanto para el proceso de Renfe Mercancías como para el de Rodalies de Cataluña».
Sin embargo, ni el Gobierno central ni la Generalitat han confirmado a los sindicatos «que se mantendrá dicha integridad». Por el contrario, la Generalitat «tiene la intención de crear una nueva entidad pública» a la cual se trasladarán los activos.
Ante esta situación, SEMAF ha propuesto otros modelos para llevar a cabo el traspaso, que no sean opuestos a la idea en sí, como modelos de gestión pública donde el responsable de la competencia, a través de contratos, acuerdos o convenios, colabora con otra entidad que finalmente proporciona el servicio al ciudadano.