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Robles exige a Tess un plan de entrega de los blindados de 2.000 millones entre rumores de cancelaciĆ³n
El ministerio de Defensa no recibirƔ este aƱo la totalidad de los 92 blindados que estaban comprometidos con el consorcio Tess en el que participan Indra, Escribano, Sapa y Santa BƔrbara
Nervios respecto el mayor contrato militar de EspaƱa de los Ćŗltimos aƱos. El ministerio de Defensa que dirige Margarita Robles ha mandado esta semana un requerimiento a Tess Defence para que elabore ya un Ā«plan recuperaciĆ³n para facilitar la calificaciĆ³n y entregaĀ» de los mĆ”s de 300 vehĆculos blindados VCR 8×8 encargados al consorcio Tess Defence, segĆŗn ha podido saber ECONOMĆA DIGITAL de fuentes de la industria.
El requerimiento de Robles llega en un momento de tensiĆ³n respecto a este contrato, cuando queda descartado que el consorcio vaya a poder entregar la totalidad de los 92 blindados que estaban comprometidos por contrato para este ejercicio. Tal y como confirman fuentes cercanas a los contratistas, se han extendido en las Ćŗltimas semanas el rumor de que Defensa podrĆa plantearse la cancelaciĆ³n del programa Dragon (en el que se enmarca esta compra de blindados por 2.000 millones de euros), y buscar una alternativa.
Robles y los rumores de cancelaciĆ³n del programa Dragon
Fuentes de la industria militar descartan que este elemento se vaya a producir, que tachan de Ā«buloĀ» y exageraciĆ³n aunque, como ha podido saber este periĆ³dico, no se trata de un simple comentario entre profesionales, sino que ha encendido las alarmas, por ejemplo, en el Gobierno del Principado de Asturias liderado por AdriĆ”n BarbĆ³n (PSOE).
El Ejecutivo asturiano ha preguntado tanto a los fabricantes como al Ministerio de Defensa de Margarita Robles si existĆa un riesgo real de cancelaciĆ³n. Los blindados se fabrican en la planta de Trubia, de Santa Barbara Sistemas (General Dynamics), una de las socias de Tess Defence. El Gobierno y Tess han comprometido una inversiĆ³n de 5.000 millones para llevar a cabo un centro tecnolĆ³gico en Asturias en el marco del programa militar.
Por ahora, el Gobierno se ha limitado a exigir un plan detallado sobre cĆ³mo se van a solucionar los problemas de producciĆ³n de los blindados, y un nuevo calendario de entrega de los 348 vehĆculos terrestres, que deben ser la joya del EjĆ©rcito de Tierra pero que estĆ” tardando mucho en llegar. SegĆŗn las cuentas depositadas en el Registro Mercantil y consultadas a travĆ©s de la herramienta Insight View, Tess Defence logrĆ³ una facturaciĆ³n en 2023 que rozĆ³ los 3.000 millones de euros (2.958 millones), un 25% mĆ”s que un aƱo antes.
Responsabilidades en el programa
El Gobierno liderado por Pedro SĆ”nchez encargĆ³ a Tess Defence en 2020 la elaboraciĆ³n de un carro de combate blindado, el VCR 8×8 Dragon, por un importe de mĆ”s de 2.000 millones de euros. Tess Defence es un consorcio participado a partes iguales entre Indra, Escribano, Sapa y Santa Barbara, filial espaƱola del gran gigante americano General Dynamics. El compromiso con el Ministerio de Robles fue entregar 348 vehĆculos en cinco aƱos. De ellos, solo se han recibido siete unidades (en 2022).
Fuentes de la industria seƱalan que el compromiso para 2024 era la entrega de 92 vehĆculos, pero admiten que solo serĆ” posible entregar alrededor de un 20%, es decir, unos 20 carros. Esto supone que, a un aƱo del vencimimiento del plazo, solo se habrĆ”n entregado unas 25 unidades frente a las 348 reclamadas.
Robles mostrĆ³ ya a principios de aƱo su Ā«preocupaciĆ³nĀ» por los retrasos, y este verano se ha sancionado a Tess Defence con 9 millones de euros por los incumplimientos. Aunque todavĆa no la cancelaciĆ³n, este decalaje en la entrega es lo que ha motivado prĆ”cticamente un ultimĆ”tum de Robles y la exigencia de un plan de viabilidad para la ejecuciĆ³n del contrato.
Los miembros del consorcio Tess tienen encargados cada uno una parte del vehĆculo. Sobre las responsabilidades del fallo en la entrega del vehĆculo, fuentes cercanas al proceso seƱalan que los errores estĆ”n en las torretas que fabrica Escribano y los motores que estĆ” diseƱando Sapa, extremo que siempre han negado desde el consorcio.
El origen de Tess Defence
La formaciĆ³n de Tess tiene una intrahistoria polĆtica que se halla en la base de muchos de estos encontronazos. Aunque inicialmente el contrato iba a ser para una sola empresa, el Gobierno decidiĆ³ modificar sus pliegos para exigir que Santa Barbara, la gran contratista, conformara un consorcio con otras empresas que tambiĆ©n debĆan participar en la construcciĆ³n; las tres espaƱolas Indra, Escribano y Sapa.
La madrileƱa Escribano y la vasca Sapa son pequeƱas empresas que han crecido en los Ćŗltimos aƱos al calor de los contratos pĆŗblicos y el interĆ©s del Gobierno por hacerles un hueco en la empresa pĆŗblica Indra, la tecnolĆ³gica del Ibex que SĆ”nchez quiere convertir en un campeĆ³n nacional de Defensa. Tanto Escribano como Sapa se han convertido en importantes accionistas de Indra en detrimento de fondos de inversiĆ³n, con inversiones en su capital desproporcionadas respecto al tamaƱo de estas empresas.
Este hecho ha llegado a desestabilizar la relaciĆ³n de fuerzas en Tess. Si inicialmente sus cuatro miembros, con participaciones similares, no tenĆan ninguna vinculaciĆ³n entre sĆ, ahora la situaciĆ³n es bien distinta, puesto que Indra, Escribano y Sapa estĆ”n relacionadas por un importante vĆnculo accionarial en la primera. Tanto es asĆ, que Indra ha realizado una oferta de compra accionarial en Tess a los otros socios, oferta que sigue sin materializarse.