Un rival de Carrefour y Alcampo anuncia el cierre de más de 20 tiendas en las próximas semanas

La cadena Intermarché cerrará un total de 21 establecimientos en Francia, dejando en el aire el futuro de más de 680 empleados

La cadena de supermercados Intermarché ha confirmado el cierre inminente de 21 de sus establecimientos en Francia, en una decisión que supone un duro golpe para su estructura operativa y, sobre todo, para los 680 empleados que trabajan en esos 21 establecimientos y cuya vida laboral se verá afectada de lleno por esta medida.

La compañía, una de las históricas del comercio minorista francés, se enfrenta a una reestructuración forzada tras los problemas derivados de una ambiciosa operación de adquisición realizada a finales de 2023, que no salió según lo previsto, y que ha llevado a la cadena francesa a tener que tomar esta drástica decisión para poder sobrevivir.

Un cierre provocado por una operación que no ha prosperado

Estas 21 tiendas que se cerrarán son parte del paquete que Intermarché compró a Casino como parte de su estrategia de expansión. Sin embargo, la cadena reconoce ahora que estos establecimientos han resultado problemáticos desde su integración. Según el grupo, los locales presentan graves deficiencias estructurales, alquileres demasiado elevados y una pérdida de clientela significativa, heredada de una gestión anterior poco eficaz en términos comerciales.

Muchos de estos supermercados adquiridos no cumplían con los estándares actuales del consumidor moderno, especialmente en lo que respecta a precios competitivos, experiencia de compra y adaptación al entorno digital. A esto se suma que la política de precios aplicada anteriormente por Casino generó un importante desgaste en la fidelización de los clientes, dejando a los nuevos propietarios con un reto demasiado grande para gestionar en tan poco tiempo.

Un cierre que cuenta con consecuencias laborales muy graves en Francia

Sin embargo, el cierre de estas tiendas no solo implica una pérdida de presencia territorial para Intermarché, sino también un impacto directo en el empleo. Más de 680 trabajadores, repartidos por distintos puntos de Francia, podrían perder sus puestos. En medio de una economía que aún lidia con los efectos de la inflación y la desaceleración del consumo, este anuncio ha generado alarma entre los empleados, muchos de los cuales ya se encontraban en una situación precaria.

Por ello, Sindicatos y representantes del personal han solicitado un plan social que permita minimizar los daños laborales, con medidas de recolocación, indemnizaciones adecuadas y acompañamiento para la transición profesional. La empresa, por su parte, asegura que buscará soluciones caso por caso, aunque no ha ofrecido detalles concretos sobre los mecanismos que se pondrán en marcha.

Por su parte, Intermaché, pese a las dificultades que atraviesa en la actualidad, defiende que la operación de compra fue una decisión estratégica a largo plazo. Hasta la fecha, ya se han transformado 211 de las tiendas adquiridas en nuevos supermercados Intermarché, y otras 62 han sido reconvertidas bajo la enseña Netto, la marca de descuento del grupo.

La cadena insiste en que, más allá del revés que supone esta reestructuración, el plan de crecimiento se mantiene. En palabras de sus portavoces, la operación equivale a 15 años de desarrollo comercial acelerado y aspiran a que genere unos ingresos adicionales de hasta 3.000 millones de euros al año una vez se estabilice el nuevo mapa de tiendas.

Por ello, Intermarché ha asegurado que ajustará su red a las realidades económicas locales, priorizando la viabilidad y el rendimiento de cada establecimiento. La venta de las 21 tiendas afectadas se realizará conforme a las condiciones impuestas por la Autoridad de Competencia de Francia, siendo el claro ejemplo de los desafíos estructurales que enfrenta el sector de la distribución en Europa.

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