Ribera busca la paz con Repsol: aplaza la creación del polémico Fondo de Sostenibilidad
La principal petrolera española y el Gobierno tuvieron unas intensas semanas a final de año a cuenta de las inversiones y el impuesto a las grandes energéticas; y ahora se calman las aguas
Repsol tuvo un final de año polémico. Tras el anuncio de que el impuesto a las grandes energéticas se mantendría ‘sine die’, la petrolera amenazó con sacar sus inversiones de hidrógeno de España. Ahora el Gobierno quiere que bajen las aguas con tranquilidad y descarta la llegada inminente del Fondo de Sostenibilidad.
Así lo ha explicado la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que en un evento celebrado en Madrid esta pasada semana ha tenido que pronunciarse sobre el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE). Un sistema para poder financiar las renovables con cargo a productos pretrolíferos y gas.
Este Fondo de Sostenibilidad hizo su entrada en escena a finales de 2020. El objetivo era rebajar la factura de la luz sacando las retribuciones a las renovables. El coste final recaería en los consumos relacionados con el petróleo y el gas.
Repsol no tardó mucho en decir que si ese Fondo de Sostenibilidad salía adelante lo recuriría en los tribunales. El consejero delegado de la petrolera, Josu Jon Imaz, llegó a decir que se trataba de un fondo para «pagar los dividendos de las eléctricas».
Para no abrir una nuevo conflicto con Repsol, la ministra Ribera ha querido zanjar la polémica. Estima que el FNSSE está bien planteado, y que sería necesario, pero que no parece el momento de activarlo.
Se ha excusado en que, en todo este tiempo, la crisis de precios energéticos era un escenario adverso. En estos momentos, donde el gas cotiza con normalidad, podría ser el momento. Pero desde el Gobierno buscan cierta normalidad en la relación con las grandes energéticas españolas.
El impuesto se mantiene
Por lo que respecta al gran punto de fricción, el gravamen especial a las energéticas, Ribera defendió la aplicación en plena crisis de medidas de intervención del mercado para «procurar que no hubiera beneficios excesivos de las compañías», así como de un impuesto especial.
Considera que ahora es el momento para extender ese impuesto a las energéticas, amoldando, eso sí, su diseño con la inclusión en los Presupuestos de incentivos a la reinversión en renovables.
Esos incentivos parecen ser otra señal de acercamiento con las grandes compañías que desde que se aplica este gravamen siempre han sido muy críticas.
Pero la ministra lo argumenta: «Estamos un momento en el que tenemos que acelerar la transformación del sistema energético y el Gobierno debe estar velando siempre porque no se produzcan esas distorsiones».
Pese a todo son consciente de que no pueden tener tanta tensión con las empresas, y Ribera cree que de forma paralela se tiene que «facilitar que haya un volumen de inversión, y esa es la manera en la que podemos orientar esa figura para conseguir que sea un incentivo a la inversión y que, por tanto, pueda dar estabilidad».