Rescate definitivo a las autopistas en quiebra
Fomento ve ''muy difícil'' un acuerdo con los bancos acreedores para la nacionalización de las vías privadas. El coste para las arcas públicas superará los 5.000 millones
El Estado español se encamina hacia un nuevo rescate millonario. En esta ocasión el objeto de la operación son las autovías en quiebra, las ocho vías privadas que hace cuatro años entraron en concurso de acreedores tras el desplome del tráfico durante los años más duros de la crisis. Así lo ha reconocido este lunes el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, quien ha dado por hecho que estas infraestructuras «revertirán al Estado».
Sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo con los bancos acreedores de su deuda, el titular de Fomento se ha mostrado pesimista. «Un acuerdo que facilite las cosas es muy difícil, porque muchas entidades han vendido su deuda», ha señalado De la Serna.
A pesar de que no existe una cantidad oficial sobre el dinero que la administración habrá de poner sobre la mesa, se calcula que la Responsabilidad Patrimonial de la Administración (RPA) se situará por encima de los 5.000 millones de euros.
El futuro de estas autopistas está pendiente de varias decisiones judiciales, que determinarán la liquidación de estas concesiones y el plazo en el que se ejecutarán.
Grandes constructoras
Además de los bancos, las liquidaciones de las ocho vías afectarán de lleno a las grandes constructoras y concesionarias, aunque tengan provisionadas las cantidades invertidas. Así, Ferrovial, Sacyr y Kutxabank forman el capital de la concesionaria de la AP-36, OHL, por sí sola, figura al frente de la M-12 (Eje Aeropuerto Madrid), y ACS y Abertis comparten accionariado en la circunvalación de Alicante.
También Abertis, junto a Sacyr y Globalvía son los accionistas de Accesos de Madrid, la concesionaria de las radiales R-3 y R-5.