Brufau responde a Ribera: «En Repsol no somos ni negacionistas ni retardistas»
El presidente de la petrolera ha remarcado en la Junta de Accionistas la importancia que tiene su compañía en al ámbito industrial
Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, y Antonio Brufau, presidente.
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Repsol va cerrando frentes poco a poco. En estos momentos mantiene una disputa abierta con Iberdrola a cuenta del ‘ecopostureo’ y la publicidad engañosa; pero todavía tenía abierto un frente con la vicepresidenta tras un reciente cruce de declaraciones.
A mediados de marzo, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, acusó al CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, de tener actitudes negacionistas en materia de sostenibilidad.
La polémica tuvo sus idas y venidas, y finalmente el presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha querido zanjar el asunto en la Junta de Accionistas al asegurar que en Repsol no son negacionistas ni retardistas.
Durante su intervención, donde también se abordó el resumen financiero de lo que fue el pasado ejercicio, el presidente ha recordado que “2023 ha sido un año con gran volatilidad, y muy complejo; además la economía se ha ido desacelerando. Esto se debe a la política de tipos que se ha llevado a cabo desde el BCE”.
La industria en el foco de Repsol
Brafau ha puesto especial énfasis en la industria y el valor añadido que aporta su compañía. Para ello, ha destacado que “el foco del plan estratégico se pondrá en aumentar las inversiones en los negocios tradicionales, pero también apoyado en las nuevas oportunidades”.
“La industria europea está perdiendo su posición a nivel mundial por su excesiva regulación. Esto se debe a la escasa preocupación por la competitividad, mientras que todo el énfasis se ha puesto en la sostenibilidad”, recordó Brufau.
Sobre el escenario global, el presidente de Repsol señala que “los elevados costes energéticos también han sido un impacto negativo para el desarrollo de la industria y las empresas que estamos en la cadena de valor”.
Como es habitual, Repsol ha salido en defensa de su negocio y modelo tecnológico, y ha sacado a la luz que “el problema es que pese a todo el esfuerzo en materia de sostenibilidad no se han conseguido reducir las emisiones de manera clara. La electrificación no ha aumentado en España desde 2017”.
Ante este escenario, Brufau ha sido muy directo a la hora de plantearse retóricamente si no está siendo un error centrar todo los esfuerzos en tecnologías concretas, “mientras que los combustibles fósiles mantienen su peso en la evolución de consumo final”.
