Repsol admite alta incertidumbre en Venezuela con Trump tras duplicar la exposición a 500 millones

Repsol y la petrolera estatal PDVSA han acordado extender la licencia de los campos de Petroquiriquire hasta 2046

Archivo – El CEO de Repsol, Josu Jon Imaz

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El negocio de Repsol en Venezuela mantiene un «alto nivel de incertidumbre» tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. La petrolera actúa con prudencia ante posibles sanciones que la nueva administración del país norteamerican pueda adoptar contra el país que gobierna Nicolás Maduro, donde ha incrementado su exposición patrimonial hasta superar los 500 millones de euros.

Así lo reconoce la compañía que dirige Josu Jon Imaz en su informe financiero anual correspondiente al ejercicio 2024. «Los resultados de las elecciones en EE.UU. en el mes de noviembre, implican un cambio en la administración americana a partir de 20 de enero de 2025″, explica Repsol.

En este sentido, la cotizada asegura que «se mantiene un alto nivel de incertidumbre en relación a la política exterior que se pueda poner en marcha respecto a Venezuela».

Es por ello que continúa adoptando «las medidas necesarias» para continuar su actividad en Venezuela «con pleno respeto a la normativa internacional de sanciones aplicable».

Normativa entre la que se incluye las políticas estadounidenses en relación con el país sudamericano. Asimismo, Repsol confirma estar haciendo «un seguimiento constante de su evolución y, por tanto, de los eventuales efectos que pudieran tener sobre dichas actividades».

Repsol duplica su exposición patrimonial en Venezuela, con 504 millones

De las cuentas del grupo se extrae también que Repsol ha duplicado la exposición patrimonial de su negocio en el país. A cierre de 2024, la empresa contaba con 504 millones de euros de exposición, frente a los 259 millones de euros con los que contaba al término de 2023.

Esta cifra incluye fundamentalmente la financiación otorgada a Petroquiriquire, la inversión en Cardón IV y en Petroquiriquire y las cuentas a cobrar con PDVSA. Petroquiriquire es la petrolera de gestión conjunta de Repsol (40%) y la petrolera estatal de Venezuela, PDVSA (60%).

Si bien cuenta con un amplio historial de operaciones en Venezuela, la energética ha visto su negocio perjudicado en el país e incluso paralizado su actividad por las sanciones estadounidenses hasta el año 2023, año en el que volvió a poder operar en este territorio.

Fue en diciembre de dicho ejercicio cuando la multinacional española reactivó Petroquiriquire, una vez Estados Unidos le dio permiso. Desde entonces, Repsol fue tejiendo pactos en 2024 para tratar de recuperar lo perdido durante la última década.

El pasado abril acordó la compra de los pozos de Tomoporo y La Ceiba por casi 1.600 millones de dólares. Por otro lado, la compañía mantiene en el país sudamericano un negocio conjunto con la italiana Eni, participado al 50%, Cardon IV, dedicado a la producción de gas.

No obstante, Repsol no recibe dinero por mantener este suministro, sino que cobra en especie para compensar la deuda millonaria que tiene Venezuela con la empresa española. De este modo, Repsol produce gas en Venezuela a cambio de petróleo que desde PDVSA envían a través de barcos.

Por otro lado, Repsol y PDVSA han acordado realizar las gestiones pertinentes para extender el plazo de la licencia de los campos de Petroquiriquire hasta 2046 que estaban negociando el año pasado, según consta en el documento financiero de la empresa española.

Repsol tiene cuentas a cobrar con PDVSA en Venezuela por 485 millones de euros netos de deterioro de activos, frente a los 294 millones que acumulaba el año anterior.

Aumenta su producción hasta los 67.000 barriles al día

«La situación de crisis en el país conlleva incertidumbre en el desarrollo de los negocios del grupo», reconoce la compañía en sus estados financieros.

Lo que no ha impedido que durante 2024 la producción neta media de Repsol en Venezuela alcanzara los 67.000 de barriles equivalentes de petróleo día, frente a los 62.000 de barriles que producía en 2023.

En esta línea, la firma liderada por Imaz asegura que la producción «se ha recuperado levemente tras los últimos acuerdos firmados», pese a la devaluación de la divisa venezolana.

La cotizada explica que se el año pasado se mantuvo la crisis política y económica, con el PIB de Venezuela habiendo disminuido un 4%. «La inflación sigue siendo muy alta, alcanzando un 61,5% en 2024 y se prevé un 72,1% para 2025«, señala Repsol.

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